Cuitzeo.— Lo que hace más de 20 años fue advertido por especialistas y por asociaciones, hoy es una realidad y los pobladores de las localidades de la ribera del Lago de Cuitzeo ya sólo ven un cementerio de lanchas y vehículos atravesar la superficie que alguna vez fue el segundo espejo natural de agua del país.
Los miles de habitantes que vivían de la pesca, hoy se han ido a trabajar a otros municipios, han buscado el sueño americano o intentan sobrevivir de otros oficios.
Juan Pintor López tiene 70 años y desde los 15 se dedicó a la pesca. Recuerda que en más de 50 años de pescador, nunca había visto que el lago se secara por completo, hasta hace cinco, cuando empezó a empeorar la situación.
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“Se nos terminó el agua y tenemos que trabajar en la artesanía para tratar de sobrevivir. Me da tristeza ver que ya no tenemos a dónde ir a trabajar, para sacar para estar viviendo una vida poco bien”, dice.
Juan Pintor está sentado en una banca de concreto, lugar que ahora es su improvisado centro de trabajo para elaborar piezas tejidas con carrizo, que después pone a la venta.
A sus espaldas sólo se ve la extensa dimensión de tierra y lanchas carcomidas por el sol que han sido devoradas por la sequía, al igual que los sueños de los lugareños.
Para el hombre de avanzada edad y nativo de la comunidad de Capacho, municipio de Huandacareo, los saqueos del agua para la construcción de autopistas, fueron una de las principales causas que hoy tienen sin agua a ese lago.
“Y sobre todo, que no ha habido lluvias, que ese es otro factor para la sequía”, agrega Juan, mientras contempla con tristeza la interminable y terregosa superficie donde alguna vez hubo agua.
Daños a la salud y sin actividades turísticas
Ahora, Pintor cuenta que el Lago de Cuitzeo se ha convertido en el peor enemigo para la salud de los habitantes, ya que las tolvaneras impactan con fuerza en sus viviendas.
“En otras ocasiones, está uno ahí que no puedes ni siquiera comer, debido a que el polvo que se levanta del lago es muy finito y entra a las casas hasta por las chapas.
“Y luego la polvareda se viene terminando casi cuando ya está haciéndose oscuro, y a esa hora apenas estamos comiendo”, relata.
Los daños en la salud de los lugareños de la ribera son más severos, cuenta Alma Calderón, una joven habitante de Capacho, la localidad a la que más golpean las tolvaneras.
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“Estamos viviendo una triste realidad con el Lago de Cuitzeo. Es muy triste ver esto que algún día estuvo lleno de agua y que hoy es sólo un cementerio de lanchas”, apunta.
Alma Calderón considera que este lago ya está en su etapa de agonía, y que su única esperanza es que lleguen pronto y generosamente las lluvias.
“Uno espera eso, porque si no, se levantan las tolvaneras y es algo muy perjudicial para la salud, porque hay bastantes enfermedades que de ahí se derivan.
“Es importante que sí se voltee a ver el lago, concientizar a la ciudadanía y pedir a las autoridades que hagan algo, porque sí es una gran problemática la que hoy tenemos”.
Otra de las principales actividades económicas alrededor del Lago de Cuitzeo es el turismo en balnearios y parques acuáticos, que igual se han visto afectados por la sequía.
“A nosotros nos afecta directamente, porque al estar el lago seco se bajan los niveles de agua en los pozos, además de que provocan cíclicas tolvaneras”, explica Eva Tinoco, administradora del parque acuático Vista Bella, en Huandacareo.
La prestadora de servicios turísticos lamenta que eso genere una reducción de visitantes, ya que más de 800 familias viven de ese sector en los seis parques acuáticos que hay en esa zona.
Se advirtió de la sequía
Sin embargo, el problema que hoy enfrenta este lago ya había sido visualizado y advertido desde hace 20 años por la organización Amigos del Lago de Cuitzeo.
La presidenta honoraria de esa organización, Julieta Gallardo Mora, lamenta que actualmente, sobre lo que es tierra, antes había un lago con mucho auge: “Tanto de trabajo, como de beneficio para los pobladores de las comunidades ubicadas en la ribera de este lago”, expone.
El lago se extendía en de los municipios de Cuitzeo, Huandacareo, Chucándiro, Copándaro, Zinapécuaro, Álvaro Obregón, en Michoacán, y otros más de Guanajuato.
“Nosotros tenemos aproximadamente 25 años con este tema; presenté un proyecto para el rescate, pero se quedó en veremos y en ese tiempo todavía había muchas posibilidades de que el Lago de Cuitzeo fuera rescatado”, recuerda.
Relata que aunado a ello, la asociación civil continuó con su trabajo en el que incluyeron académicos de la Universidad Michoacana.
“Pero no hemos podido ver los resultados, porque no ha dado respuesta el gobierno federal ni el gobierno del estado, y mucho menos los gobiernos municipales”, subraya.
Ya es tan grave el problema de la sequía, apunta Julieta Gallardo, que hay personas que inclusive ya se dedican a vender parte de la extensión de tierras del lago.
“Ya las tierras se están repartiendo aquí en Huandacareo y del lado de Cuitzeo. Es decir, el lago ya está privatizándose para beneficiarse de ello. ¿Pero quién se las entrega?”.
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Gallardo Mora recorrió junto con EL UNIVERSAL una parte del terregoso lago, donde inclusive el ayuntamiento de Huandacareo ya amplió el cementerio de la localidad de Capacho hacia lo que era antes el espejo de agua.
También se ven viviendas que ya han sido construidas sobre la cuenca del lago, con el argumento de que el ayuntamiento se los autorizó tras la compra a particulares.
“Desde el año 2015 hubo quienes aprovecharon la sequía y podaron muchos mezquites, una planta endémica de la región, para construir o hacer corrales”.
Además de la falta de lluvias, la también legisladora local señala que el saqueo y acaparamiento del agua aumentó en los últimos años.
Explica que por un lado está el saqueo del agua del lago para la construcción de autopistas, e incluso en pipas para el riego de huertas de aguacate y otros productos.
Por otro lado está la construcción de ollas para el almacenamiento y acaparamiento, que impiden que el agua llegue a la cuenca del lago.
“La otra fue cuando se amplió Cepamisa, porque para llevarse el agua cortaron todos los vertientes que iban al lago”, dice.
Octavio Muñoz Torres, subdirector técnico en la dirección local de la Conagua en Michoacán, reitera que la sequía es ya un fenómeno recurrente en territorio nacional.
Enfatiza que este problema actual que ha incrementado esta sequía se deriva de tres ciclos de lluvia no favorables.
“Esto ha provocado que tengamos una sequía de larga duración prácticamente en todo el territorio del estado de Michoacán, y que estamos previendo con toda certeza, dado que estamos en pleno estiaje”.
Previó que para marzo, abril y mayo serán más notorias las afectaciones en las fuentes de abastecimiento, con baja en sus caudales, sobre todo manantiales y pozos.
Con relación al Lago de Cuitzeo, el funcionario comentó que desde el año pasado tenía niveles muy bajos, y actualmente ya está prácticamente sin agua en toda la parte poniente y en todo el territorio de Michoacán; sólo tiene un poco de nivel en su parte oriental, que está en Guanajuato.