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San José.— Pese a que Estados Unidos eliminó en enero de 2017 los beneficios que concedía desde 1995 a los migrantes cubanos con la política de “pies secos-pies húmedos”, un incesante flujo terrestre de personas nacidas en Cuba viaja por Centroamérica rumbo a México y Estados Unidos, sin visa, expuesto a los coyotes o traficantes de personas.
Fuentes oficiales de Centroamérica confirmaron que cientos de cubanos se han unido a grupos de haitianos, asiáticos y africanos e, incluso, se mezclaron con las caravanas de migrantes que salieron de Honduras, El Salvador y Guatemala desde octubre de 2018.
El Instituto Nacional de Migración de Honduras detectó a mediados de febrero pasado un “alto incremento” de movilizaciones masivas de latinoamericanos, caribeños, asiáticos y africanos que “cruzan por Centroamérica” en ruta a México y EU, y pronosticó un aumento de al menos 40% en 2019, en comparación con 2018.
Los ciudadanos cubanos proceden en su mayoría de Guyana, país que los eximió de visa, lo cual les facilita el viaje. También viajan a Ecuador, donde se les da la visa tras múltiples trámites. Desde esos países pasan por varias naciones de Centroamérica.
Honduras, que tiene las cifras más recientes, reportó que en lo que va de este año entraron a su país mil 372 cubanos.
El 12 de enero de 2017, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, derogó la política de “pies secos-pies mojados”, dictada en 1995 y que daba preferencia a personas nacidas en Cuba al ingresar a suelo estadounidense.
“Pies secos-pies mojados” reinterpretó la Ley de Ajuste Cubano, emitida por EU en 1966 y aún vigente, y otorgó beneficios laborales y legales a los cubanos que llegaron a territorio firme estadounidense, sin importar si usaron vías ilegales, y a los sorprendidos en el mar se les deportó a Cuba.