Chilpancingo.— La extorsión en el municipio de Zihuatanejo, en la Costa Grande de Guerrero, se extiende como plaga. No tiene límites. Ahora fueron las empresas de venta de materiales de la construcción las que cerraron.
“Estimados clientes, agradecemos su preferencia, nuestras instalaciones permanecerán cerradas temporalmente por cuestiones de seguridad. Disculpe las molestias”, escribieron los propietarios de la empresa Materiales Ixtapa en sus redes sociales.
Un empresario hotelero, quien pidió el anonimato por seguridad, explicó que esta semana por lo menos cinco empresas de venta de materiales para la construcción cerraron porque organizaciones criminales les exigen el pago de una cuota.
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“Es lo que sabemos, que les están cobrando, que le están exigiendo la cuota y por eso cerraron”, contó el empresario.
Explicó que hace meses a los hoteleros también les exigieron el pago de derecho de piso; por ahora, dice, no los han molestado.
Un problema que crece
En lo que va de este año, el crecimiento de la extorsión en Zihuatanejo cada vez es más evidente. A principios de mayo cerraron más de 50 tortillerías y el transporte público paró.
A los tortilleros les exigieron un pago para permitirles trabajar, no aceptaron y vino la amenaza con atacarlos; la respuesta de los empresarios fue bajar sus cortinas para resguardarse, pero también como forma de protesta.
En esos días, media ciudad se quedó sin el transporte público. Hombres armados quemaron tres unidades y suspendieron el servicio. La misma razón: si no pagan lo que les exigen, los atacan. La misma respuesta: cancelar el servicio para resguardarse.
Un poblador cuenta que en estos momentos en Zihuatanejo los criminales extorsionan a casi todos los que ofrecen un servicio: a taxistas, lancheros, operadores de máquinas pesadas, hoteleros, a tortilleros, incluso, comenzó el control en la venta de cerveza, refresco, pollo y carne.
“Acá es así de fácil: si no pagas pronto, luego te quieren quemar tu negocio”, explica
Un transportista detalla que desde hace meses, las organizaciones criminales que operan en ese puerto les exigen una cuota diaria: “Si no quieres que te hagan nada, todos los días debes pagar, el pago es por organización”.
En agosto, el transporte trabaja con regularidad. En el último mes no ha sufrido ataques. Sin embargo, es un secreto a voces que, para que se reanudara el servicio, los transportistas tuvieron que llegar a un acuerdo con las organizaciones criminales.
De esto, la gobernadora Evelyn Salgado de inmediato descalificó la información, dijo que las fuentes eran anónimas. No toma en cuenta que, en este momento, ningún comerciante, empresario o transportista en Zihuatanejo toma el riesgo de denunciar.
El hotelero no afirma que los transportistas llegaron a un acuerdo con criminales, pero en Zihuatanejo es un secreto a voces.
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