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El pasado fin de semana, la jornada violenta en Guerrero dejó 18 personas muertas en cinco municipios, pero la mitad de los crímenes ocurrieron en Acapulco.
En cuatro hechos distintos, ayer en Acapulco asesinaron a siete hombres y una mujer.
Por la mañana, en el poblado El Quemado, en la zona rural del puerto, fueron hallados tres cuerpos con señas de tortura: tenían las manos atadas hacia atrás y con torniquetes. Más tarde, en un ataque en un bar en la zona de tolerancia —en centro de la ciudad—, un comando ingresó y asesinó a un hombre y a una mujer.
En otro hecho, hombres armados persiguieron a tiros a dos jóvenes por las calles del centro: murió uno de ellos. En la colonia la Barranca de la Laja fueron asesinados dos hombres.
Ahí mismo en Acapulco, el sábado fueron encontradas varias osamentas en una fosa clandestina adentro de una vivienda abandonada, en la colonia Miguel Alemán, en el centro de la ciudad.
En lo que va del año, en esta ciudad han ocurrido alrededor de 900 asesinatos dolosos, de acuerdo con informes oficiales.
En Tlapa, cuando llegaba a su lugar de trabajo, fue asesinado a tiros el líder de comerciantes del mercado central de la ciudad, Felipe Muñoz Muñoz.
En Iguala, el sábado fue sacado de su taller un mecánico y después apareció muerto; ayer hombres armados asesinaron a un cargador en el mercado.
El sábado en el municipio de Copanatoyac, en La Montaña, fueron hallados en una barranca —ubicada sobre la carretera federal Tlapa- Marquelia— cuatro cuerpos que permanecen sin identificar.
El mismo sábado, pero en la comunidad de Pantla, en Zihuatanejo, en la Costa Grande, fueron hallados tres hombres muertos. Los cuerpos estaban con las manos atadas y huellas de tortura.
Este domingo, hombres armados bajaron de su Urvan a un chofer de la ruta Heliodoro Castillo-Chilpancingo, y después de golpearlo quemaron la unidad, el chofer sólo quedó herido.