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La secretaria de Energía del gobierno federal, Rocío Nahle García , afirmó que se están investigando posibles actos de corrupción por la venta de la planta de hidrógeno de la refinería de Tula, Hidalgo , que vende su producción a la misma refinería de Pemex .
En rueda de prensa después su visita a la refinería de Cadereyta -40 kilómetros al oriente de Monterrey- donde se reunió con directivos de la empresa productiva del Estado en la entidad, la funcionaria destacó que la planta procesa actualmente sólo 115 mil barriles diarios de petróleo de los 265 mil para los que fue diseñada. Con el proyecto de rehabilitación ya puesto en marcha, se espera que este año alcance el 80 por ciento y para mediados de 2020 se llegaría al cien por ciento de su capacidad.
Recordó que desde el proceso de transición el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que este año se destinarían 25 mil millones de pesos para la rehabilitación de las seis refinerías del país, lo que equivale a cuatro mil millones de pesos por cada una.
“Ya estamos en el diagnóstico e iniciando en enero con los paquetes de las compras de material, válvulas, y refaccionamiento”, con el aprovechamiento lo más posible de la mano de obra especializada que tiene la empresa entre su personal.
Expuso que esta planta que cuenta con dos mil 500 empleados a diferencia de otras que tienen cinco mil, produce diésel de bajo azufre de muy buena calidad, pero tiene áreas inconclusas que requieren arreglos de proyecto y en eso estarán trabajando todo este año.
“La rehabilitación se está planeando mes con mes para terminar en 2019 con 80 por ciento de la rehabilitación total de la planta y para mediados de 2020 estaríamos terminando la rehabilitación total, para dejarla en óptimas condiciones”, aseveró.
Precisó que la planta tienen una producción de diseño de 265 mil barriles por día de proceso y actualmente está en 115 mil barriles, y pretenden llevarle a diciembre mínimo a 200 mil barriles de proceso para obtener más gasolina, mientras a mediados de 2020, se alcanzarían los 200 mil barriles, su máxima capacidad.
Para estos trabajos este año se aprobaron cuatro mil millones de pesos en el presupuesto para Cadereyta, adicionales al presupuesto de operación que asciende a mil 800 millones de pesos.
Reconoció que es mucho lo que tienen que levantar en las seis refinerías del país, que recibieron después de muchos años de atraso, de descuido y en algunos casos, de abandono, no obstante que son instalaciones estratégicas, como estamos viendo con la crisis de los combustibles que mueven a la sociedad.
El plan es que en tres años las seis refinerías queden rehabilitadas totalmente, y sea terminada la nueva planta de Dos Bocas, Tabasco.
Expuso Nahle, no obstante el rezago que tenía la refinería de Cadereyta, se ha podido mantener, pues una de las ventajas que tiene junto con la de Tula, es que no están en la costa, y al no estar en contacto con el salitre, requieren menos mantenimiento de sus equipos.
Pero hay áreas de urgente atención, pues por ejemplo, la planta de hidrogeno de Cadereyta requiere una intervención inmediata. Hizo un reconocimiento a los directivos porque la anterior administración de Pemex pretendía vender la planta de hidrogeno.
“¿A quién le sirve una planta de hidrogeno dentro de Cadereyta?, pues a alguien que le iba a vender el hidrógeno a la misma planta de Pemex; pero todas estas acciones extrañas y que muchas de ellas llevan tintes de corrupción se acabaron”, asentó Nahle.
Explicó que todas las refinerías deben contar con una planta de hidrógeno porque lo requiere su sistema de producción, “y cuando llegamos nos encontramos con que la planta de Tula se vendió, administradores pasados la vendieron, pero la planta sigue estando en Tula, y ahora esos privados le venden el hidrogeno a Pemex, ¡imagínense nada más y eso pretendían también hacer en Cadereyta, afortunadamente nos salvó la campana el primero de julio y ya no se hizo!”.
En el caso de Cadereyta, señaló, los trabajadores no firmaron, sobre todo la gerente que estaba aquí no firmó la entrega y eso es muy importante. No obstante dijo que en el caso de Cadereyta no hay nada qué investigar porque no se vendió la planta, pero en la de Tula sí están investigando cómo estuvo esa venta. Algunos funcionarios que realizaron la operación, ya no están se jubilaron, o se fueron.
Ante la afirmación que hizo en días recientes el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de una posible utilización del combustible de la refinería de Cadereyta para abastecer el centro del país, la secretaria puntualizó que esto sólo sería después que se hubiera asegurado por medio de pipas o ferrotanques el consumo para toda la franja fronteriza de Chihuahua, Coahuila y Nuevo León, que se abastecen con esta planta.
Nahle señaló que actualmente están cerrados los ductos de Brownsville, Texas y Madero-Cadereyta, porque se trabaja para eliminar tomas clandestinas, lo cual origina que en algunas estaciones falta el combustible Premium, sin que haya problemas de abasto dada la cercanía de la frontera con Estados Unidos que permite importar por medio de pipas.
Roció Nahle destacó que en el centro del país una gran parte del combustible que se vendía era ilícito, y una prueba de ello es que el 20 de diciembre Pemex estaba surtiendo y facturando 118 millones de litros de gasolina al día, sin que hubiera desabasto, mientras el seis de enero facturó 128 millones de litros.
“Si Pemex distribuía y vendía más, cómo es que había un desabasto, pues ese déficit era el combustible ilegal, o el huachicol. Para que vean de qué tamaño es el problema”, señaló la funcionaria federal.
En resumen, Pemex en noviembre cuando no había escasez entregaba 117 millones de litros de gasolina al día, y ahora en enero entrega de 127 a 128 millones de litros diarios; pero en noviembre nos estaban robando 12.7millones de litros al día, y con el programa que puso en marcha el presidente López Obrador, traemos un promedio de dos millones robados al día, de acuerdo a lo facturado por Pemex.
La titular de la Sener, destacó que pese a las críticas de quienes señalan que ha salido peor el remedio que la enfermedad, debemos reconocer que el país no estaba funcionando bien. Como gobierno, dijo, no podíamos llegar, ver que se estaban robando el combustible y decir, “bueno, ni modo”.
¿Pues entonces a qué llegamos, llegamos a poner orden, con el acompañamiento de una estrategia social, para ofrecer alternativas a la población que se dedica al huachicoleo.
Señaló Nahle que los mexicanos estamos cansados de la impunidad y la corrupción, prueba de ellos es que hoy en día de cada diez mexicanos ocho apoyan que se combata la corrupción.
Finalmente informó que la próxima semana vienen a México directivos de la empresa canadiense, Hydroquebeq para supervisar las 60 plantas hidroeléctricas del país para poder tener una coinversión que permita duplicar la producción nacional de electricidad a través de energías limpias.