Tapachula.— Militares de la Guardia Nacional (GN) arrojaron gas pimienta a migrantes, en su mayoría mujeres embarazadas y con niños lactando, para dispersar a un grupo de haitianos y africanos que intentaban ingresar por la fuerza a la oficina de regulación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM).

Los hechos violentos se registraron poco antes de las 9:00 de la mañana, cuando un grupo de migrantes procedentes de Haití y África ingresaron por la fuerza hasta la entrada a la oficina de regulación migratoria para exigir ser atendidos para tramitar la visa humanitaria; donde se encontraban hombres, mujeres embarazadas y con niños lactando, así como jóvenes adolescentes y adultos mayores.

A través de una bocina, personal del INM pidió a los migrantes haitianos y africanos que se retiraran de la puerta principal para atender a mujeres y niños que ya hacían una fila; pero hacían caso omiso.

En medio de empujones y golpes, los haitianos y africanos ingresaban por la fuerza a la oficina migratoria cada vez que se abría la puerta y cuando se cerraba era golpeada.

Desde el interior de la oficina de regulación migratoria, militares de la Guardia Nacional antimotines arrojaron gas lacrimógeno a mujeres embarazadas y con niños lactando, así como jóvenes adolescentes con sus padres y adultos mayores de África, Haití, Honduras, Nicaragua, Cuba y Venezuela.

Entre el tumulto de personas, los niños lloraban a gritos, otros tenían problemas para respirar, mientras una multitud se empujaban para ponerse a salvo; provocando con ello, caos y desesperación.

“Háganse a un lado, déjenla respirar”, gritaba un migrante mientras Orina de 11 años, de Venezuela se desvanecía en los brazos de su madre.

La joven adolescente trataba de respirar, pero la aspiración del gas lacrimógeno le asfixiaba por su padecimiento de asma.

La misma situación se presentó en varios niños que lloraban desesperados por la falta de oxígeno, uno de ellos fue Jesús Abran de ocho meses de nacido, que viaja con sus padres y tres familiares más procedente de Venezuela.

“Echaron gas lacrimógeno donde hay mujeres embarazadas y niños en brazos, la gente empezó a empujarse en la desesperación de ponerse a salvo y pudo haberse ocasionado una tragedia”, contó don Jesús mientras mojaba con agua en el rostro a su menor hijo.

Migrantes latinos culpan del desorden a los haitianos y africanos, que llegan a meterse por la fuerza a las filas para exigir que los atiendan en el trámite de la Visa Humanitaria.

Mientras que el otro grupo se queja que los de migración los discriminan por ser negro y las citas se las dejan hasta junio o julio, mientras que los latinos son atendidos de forma inmediata.

Acusan a migración de vender visas humanitarias en 1500 dólares y las falsas en 1500 pesos

Migrantes que pidieron omitir su nombre por temor a represalias, acusaron a personal de regulación migratoria de vender en mil 500 dólares las visas humanitarias.

Mientras que las visas falsas en mil 500 pesos, en contubernio con algunas personas de los cibers donde realizan las citas.

Explicaron que a través de emisario externos ofrecen a los migrantes entregarles las visas en poco tiempo por un costo de entre mil 300 a mil 500 dólares para que puedan continuar su viaje a Estados Unidos.

“Como muchos no tenemos para pagarles, nos pusieron hacer cola y las citas nos la dieron entre junio y julio”, denunció uno de los migrante de Nicaragua.

Otros, denunciaron que el pasado lunes les vendieron en mil 500 pesos visas humanitarias falsas, que tramitaron en un cibers y que les dijeron que estaban de acuerdo con el INM.

“Fuimos como 50 personas que el lunes pasado compramos esas visas que al final de cuentas eran falsas y ahora aquí estamos haciendo fila”, señaló.

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