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Zacatecas.— La renuncia que entregó este fin de semana Rubén Ibarra Reyes como rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), encendió aún más el enojo de la comunidad universitaria y los colectivos feministas, ya que exigieron al Consejo Universitario que, pese a la dimisión, se inicie el proceso de destitución para que se le apliquen sanciones contundentes como es la rescisión definitiva laboral y su expulsión de la institución.
La tarde de este lunes, el Consejo Universitario realizó una sesión extraordinaria de manera virtual para determinar si aceptaba la renuncia del rector o se procesaba su destitución. Luego de más de dos horas de debate el consejo inició la votación y por mayoría de votos aprobó iniciar con el proceso de destitución de Rubén Ibarra.
El debate universitario surgió debido a que el pasado viernes 16 de mayo, Ibarra Reyes fue sentenciado a cuatro años de prisión, luego de aceptar ante un juez haber cometido el abuso sexual en contra de una niña, pero al acogerse a un proceso abreviado, se le permitió no ir a prisión, y cumplir su condena en libertad condicional tras pagar una fianza.
De igual manera, la crispación del debate se aumentó, porque de última hora, la sesión del Consejo Universitario no se realizó de manera presencial, bajo el argumento de que “por razones de seguridad” se debía hacer de forma virtual, sin embargo, para muchos consejeros estas acciones de las autoridades de rectoría, solo buscaban proteger al rector y obligar a que se aprobara su renuncia.
Esto también generó que las integrantes de colectivos feministas se movilizaran afuera de la Universidad Autónoma de Zacatecas, para manifestarse y hacer presión en que se destituyera al rector, al argumentar que aceptar la renuncia de manera simple era “darle una salida digna a un agresor sexual”.
La manifestación fue ante el repudio social contra el rector y mientras se gritaban las consignas de “Rubén escucha, las niñas no se tocan”, “Violador confeso deberías estar preso”, se colocó un muñeco de trapo con el rostro del rector, el cual fue colgado e incendiado afuera del recinto universitario.
Nueva crisis
La nueva crisis ha surgido en la conducción de la sesión extraordinaria del Consejo Universitario, ya que la mayoría de los consejeros que tienen voz y voto, consideraban que dicha sesión puede ser considerada ilegal, debido a que quien la presidió fue Armando Flores, encargado de la Secretaría General de Rectoría.
Lo anterior, debido a que el secretario general Angel Román pidió licencia en su cargo para contender por la rectoría —ganó las elecciones— y por esta razón, Armando Flores carecía de personalidad jurídica para conducir la reunión.
En medio de este vacío legal, se dio continuidad a la sesión, y se aprobó iniciar el proceso de destitución.
Durante el debate, la mayoría de los consejeros que emitieron sus posturas, han manifestado que urge dar legalidad a los procesos. Además, puntualizaron que debe haber sanciones ya que la sentencia judicial del rector por la responsabilidad en la comisión del delito grave ha metido en una severa crisis a la UAZ.
Dentro de las peticiones de algunas consejeras fue que, tras la calificación del proceso electoral recientemente llevado a cabo, se rechazo la designación de Perla Trejo Ortiz como secretaria general de la UAZ, por su participación en la defensa del rector, ya que es su esposo y fue un testimonio importante en apoyo al agresor sexual, además, mostró falta de empatía, sensibilidad y apego a los derechos de niñas, niños y adolescentes.
También se exigió que se apruebe, publique e implemente sin dilaciones el Protocolo para Prevenir, Atender y Sancionar la Violencia por razón de género.
Los consejero se enfrascaron en un nuevo debate para determinar la procedencia del perfil del rector interino, por lo que se analizará si primero debe aprobarse el nombramiento del secretario general a Armando Flores, a quien se propone como rector interino en lo que resta de los tres meses del actual rectorado que vence el 6 de septiembre.
