Oaxaca.— Además de pertenecer al sector de mayor riesgo, por ser de la tercera edad, los habitantes de pueblos originarios, quienes viven en precariedad económica, suman otro factor que los hace más vulnerables: no pueden guardar cuarentena, pues dependen del trabajo diario, coinciden especialistas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 3 millones 750 mil 471 personas que habitaban Oaxaca en 2015, la cifra oficial más reciente, 343 mil 503, eran mayores de 65 años, es decir, 8.6%.
De ellas, 45.6% eran hablantes de alguna lengua originaria de las 16 que tiene el estado, por lo que esta doble marginación ante el coronavirus podría afectar a más de 156 mil 759 personas. La suma podría ser mayor, puesto que en Oaxaca hay pueblos originarios que no necesariamente conservan su lengua.
Más ancianos que en Europa
Según una serie de mapas elaborados por el Colectivo Mixe (Colmix), en Oaxaca existen comunidades indígenas donde la población de más de 65 años representa más de 20%, porcentaje mayor al que se registra a nivel nacional, que es 7.1%, e incluso que el de Europa, con 19.7%.
Estas poblaciones se localizan principalmente en las regiones Mixteca y Sierra Norte, y destacan algunas como Cosoltepec (mixteca), con 32.9%; San Francisco Cajonos (zapoteca), con 31.5%; San Juan Achihutla (mixteca), 29.2%; Santiago del Río (mixteca), con 28.9%, y Santiago Tepetla (chocholteca), con 28.9%.
“A la edad se agrega que viven con mucha marginación, por lo que tienen que salir a diario de sus localidades y son más susceptibles”, explica Julio César Gallardo, biólogo y encargado de elaborar materiales cartográficos en el Colmix.
Aunque la pandemia se desarrolla principalmente en zonas urbanas y, por ello, algunas comunidades han decidido imponer toques de queda y limitar los accesos, Gallardo explica que otras no pueden hacerlo porque “tienen una interacción económica que implica viajes diarios a las zonas urbanas y muchas no pueden aislarse”.
Según su conteo, son al menos 17 los municipios indígenas donde el porcentaje de personas mayores de 65 años supera 25%, la mayoría del medio rural; por tanto, con limitaciones de acceso a los servicios de salud.
Para Yuri Aragón, infectólogo del Hospital Civil Aurelio Valdivieso y docente de la UABJO, que este virus se presente en una población como éstas, con una pirámide poblacional de mayor edad aumenta el riesgo de contagio, por lo que considera muy importante que les llegue la información en sus lenguas.
“Los ancianos son parte importante de nuestras culturas y quienes conservan nuestras lenguas, pues son los últimos hablantes, por ello, debemos evitar que los contagios lleguen al medio rural excitando los movimientos innecesarios a la ciudad y no exponiéndolos a un posible contagio”, advierte el biólogo Julio César Gallardo.
Ayer, cuando la entidad llegó a 22 contagiados, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) informaron que el temor de Julio César Gallardo y la advertencia del doctor Yuri Aragón no están lejanos.
Por primera vez, tras 18 días de confirmarse los primeros dos casos, los contagios de Covid-19 se extendieron desde los Valles Centrales, donde se asienta la capital oaxaqueña, el principal núcleo urbano del estado, hacia otras tres regiones.
Se trata de la Mixteca, el Istmo de Tehuantepec y la Sierra Norte, con un caso cada una. Las tres son habitadas principalmente por pueblos originarios: zapotecos, mixes, y mixtecos, entre otros. Y la Mixteca y la Sierra es donde se ubican los municipios con la población más envejecida: indígenas y ancianos, la doble vulnerabilidad.