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Tapachula, Chiapas a 25 de julio 2024.- Integrantes de la iglesia católica hicieron un llamado urgente al gobierno federal y del estado para que se restablezca el estado de derecho en los municipios de la Sierra de Chiapas, frontera con Guatemala; donde se registran enfrentamientos entre cárteles que se disputan el control del territorio para traficar droga, armas y migrantes, provocando derramamiento de sangre, terror entre la población y desplazamiento forzado.
En un comunicado firmado por Jaime Calderón Calderón, obispo emérito de la Diócesis de Tapachula y arzobispo electo de León, Guanajuato; así como 15 sacerdotes acusaron al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y al gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas de ser cómplices e indiferentes ante la situación de violencia que desde hace dos años priva en municipios y comunidades de la Sierra Madre y de ordenar al Ejército Mexicano y Guardia Nacional de no intervenir para proteger a la población.
-¿Hasta cuándo van a vivir tratando de esconder una realidad triste y dolorosa que nosotros vamos cargando día a día?, preguntaron los religiosos en el escrito.
“Al rezago y la pobreza ancestral que han padecido, ahora tienen que sumar: vivir secuestrados en sus comunidades, pagar el derecho de piso al cártel que les corresponda según dónde vivan, ser obligados por turnos para estar en los retenes que impiden el libre tránsito llamados filtros -so pena de ser multados y agredidos si no cumplen con este deber impuesto-, pagar a precios muy altos la escasa mercancía que se vende en los negocios que de sus ganancias deben sacar la cuota que les dé derecho a mantener su trabajo y, en últimas fechas -20 y 22 de julio del 2024-, ser amedrentados, amenazados y obligados a participar como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles de la droga”, señala el comunicado.
Religiosos piden intervención de las fuerzas de seguridad
Los religiosos pidieron a las fuerzas de seguridad que intervengan y defiendan a la población de sus agresores, ya que hombres, mujeres, niños y adultos mayores están viviendo una situación de esclavitud y sometimiento en pleno siglo XXI.
“No los necesitamos teniendo destacamentos que vivan entre nuestra gente solo como espectadores”, reclamaron.
“La gente de los cárteles disponen a su antojo de la población; y por el otro lado, la presencia de los destacamentos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano que hacen nada por la población a la que ven sufrir día a día”.
Admitieron que también los cárteles controlan a las comunidades a través de personas de los mismos lugares, a los que, pagando un sueldo que han hecho olvidarse del sufrimiento y la muerte de sus propios hermanos.
“La pobreza y el abandono de décadas, unido a la ambición por el dinero fácil, ha sido el caldo de cultivo que está desembocando en esta situación de desesperación, sufrimiento y muerte lenta de nuestros hermanos de la Foranía Sierra”, abunda la misiva.
Hacen un llamado a la comunidad a no callar la situación de violencia
La iglesia católica también hizo un llamado a las personas de las mismas comunidades que trabajan por dinero para los cárteles de la droga –sometiendo, amenazando y entregando a sus propios hermanos, para que se arrepientan y “enmienden el camino”.
También pidieron los habitantes de la Sierra no callar la situación de violencia y derramamiento de sangre al que los ha sometido el crimen organizado.
“El crimen organizado nos amenazan y nos quieren someter al silencio para que, más allá de nuestro territorio diocesano, no se sepa ni se crea lo que estamos viviendo y sufriendo día a día. Busquemos la forma de contar nuestra vida, de decir nuestra palabra, de dar a conocer lo que vivimos”.
“Muchos tenemos familiares y conocidos más allá de nuestra comunidad y de nuestro Estado de Chiapas, no nos quedemos callados, pidamos que nos ayuden a dar a conocer la historia triste y dolorosa de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestras comunidades”, pidieron los religiosos.
También hizo un llamado para que la transición en el gobierno federal y del estado, no sea un argumento para dejarlos en el olvido de la próxima administración.
LL