Oaxaca de Juárez.— En el área de valoración del Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso, en esta ciudad, los pacientes se acumulan en camillas colocadas en los pasillos, en espera de entrar a cirugía, lo que puede tardar días por la falta de insumos y medicamentos.
Uno de ellos es Carlos (nombre ficticio), quien ingresó al hospital hace cinco días por una fractura que requiere una operación, y aún está en una camilla colocada en un pasillo. Su esposa afirma que la única opción es que lo trasladen a un hospital privado, pero sólo la cirugía costaría más de 85 mil pesos; además, el personal médico y hospitalario le advierte que su salida conlleva riesgos porque cualquier movimiento puede agravar su salud, y en caso de salir, sería con la firma de un acta de salida voluntaria.
Tampoco hay medicamentos, algunos de ellos los tiene que comprar. Sobre el personal médico y de enfermería, dice, no tiene quejas.
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La enfermera Victoria Vásquez, jefa del área de Valoración Crítica, reconoce que el hospital no puede rechazar a los pacientes, pero tampoco atenderlos.
“No están haciendo nada de cirugías. Nosotros no podemos rechazarlos, porque este es un hospital de cero rechazo. Entonces, permanecen los pacientes en los pasillos. A algunos les han dicho que no hay cirujanos y que vean la forma de conseguir un médico especialista de columna.
“El día de ayer, por ejemplo, se fueron cuatro pacientes con acta voluntaria porque ya no había camillas.... Faltan medicamentos, material de curación, no tenemos ni vendas, ni agua.
“El primero de enero se llevaron los dispensadores de agua, nos dijeron que la empresa venía a recoger todo porque no le habían pagado”, explica la enfermera.
Sin insumos ni medicinas
La dirección del hospital decidió suspender diversos servicios por la falta de insumos, material de curación y medicamentos.
Se suspendieron todas las cirugías programadas y se aplazaron las no urgentes. Sin embargo, al no contar más con insumos ni combustibles, se imposibilita la atención de toda urgencia quirúrgica, inclusive las obstétricas, por lo que el hospital debe coordinarse con la Red Obstétrica Metropolitana para la referencia de dichas pacientes.
La alimentación del personal se suspendió la mañana del 7 de enero por falta de Diesel y Gas LP.
El personal no cuenta con agua potable porque se terminó el contrato con la empresa proveedora y no se elaboran alimentos para los trabajadores, únicamente para los pacientes, hasta ahora.
En el área de cocina afirman que sólo tienen gas y el diesel para dos días más, además de las pésimas condiciones en las que deben trabajar, con trastes viejos, carritos para el traslado de la comida que no funcionan, ollas, estufas, refrigeradores y hornos inservibles e instalaciones eléctricas que ponen en riesgo a los mismos trabajadores.
“Si no surten el gas, el diesel y el agua, no habrá comida tampoco para los pacientes”, advierte la nutrióloga Marisol Ojeda, jefa del área de cocina del hospital.
El combustible es esencial para la lavandería y los laboratorios, pues se deben desinfectar las sábanas y batas de los pacientes, así como el instrumental médico, entre otras necesidades básicas de las que ahora carece el hospital.
La secretaria general de la Subsección 07 de la Sección 35 Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Patricia Méndez Jiménez, dice que otro de los principales problemas es la falta de insumos de laboratorio.
“Si una paciente llega con una hemorragia obstétrica o un paciente con un shock hipovolémico, necesitamos tener el laboratorio y no tenemos reactivos. No tenemos ni un solo reactivo en el hospital y ese es un problema legal para el trabajador, pero que lo que está generando la institución”, explica.
Agrega que algunos de los materiales que están entregando al hospital son de mala calidad, lo que pone en riesgo a los pacientes.
La crisis más grave en la historia
El Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso es el más importante y grande del estado. Entre junio y noviembre de 2024 atendieron a mil 541 partos, un promedio de 308 por mes. En ese mismo periodo se hicieron mil 628 cirugías.
Aunque el hospital ha pasado por otros momentos de crisis por la falta de insumos y medicamentos, Patricia Méndez afirmó que nunca, en los 60 años que lleva operando el nosocomio se había vivido una situación como esta.
Para ella, el motivo de que esta crisis se agravara es claro, se debe a la implementación del sistema IMSS-Bienestar.
“Consideramos que el IMSS-Bienestar no está funcionando, eso es algo evidente. Al IMSS-Bienestar le tocan ciertas responsabilidades y no las está cumpliendo, entre ellas el gas y el agua. Yo creo que es una mala planeación desde que implementaron el programa encima de otro programa (los Servicios de Salud). No se puede trabajar así”, dice.
Una transición accidentada
De acuerdo con Édgar Carrasco Martínez, dirigente sindical de la Subsección 02 del Istmo, la transición de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) al IMSS-Bienestar, que inició hace seis meses, ha sido un proceso lento que afecta la operación y a los trabajadores.
“No podemos estar más jodidos”, expresó al destacar que los hospitales de Ciudad Ixtepec, Tehuantepec, Tapanatepec y de San Pedro Huamelula sufren por constantes averías en sus equipos debido a que presentan fallas de variaciones de voltaje por transformadores viejos.
El hospital de especialidades de Salina Cruz, inaugurado hace 16 años, se encuentra rebasado por la población que demanda los servicios de salud y es necesario una ampliación, mientras que en el de Juchitán, aún no concluyen la rampa de acceso a la parte alta, de hospitalización.
Carrasco Martínez detalló que, en materia de medicinas e insumos, los hospitales y casas de salud del Istmo presentan un desabasto de 40%, mientras que el déficit de médicos especialistas también es del mismo porcentaje.
Un problema de todo el estado
De acuerdo con Hilario Canseco Guzmán, secretario general de la Subsección 05 región Mixteca del SNTSA, la situación se repite en otras regiones, como la Mixteca.
“Como personal descentralizado había deficiencias, pero con una cobertura de 80 a 90% a la población, pero en estos momentos que surge la centralización, hay carencia de recursos para que en las comunidades más lejanas se puedan visitar, monitorear y llevar los servicios que las familias necesitan como la vacunación, atención a pacientes en situación crónico” explicó.
Además de la falta de servicios en algunas comunidades, también hay un desabasto de insumos, medicamentos, falta de infraestructura y equipos quirúrgicos en los centros de salud, detalló.
“Estamos en las mismas condiciones, sin medicamentos ni insumos para el área hospitalaria, lo que se necesita para una operación correcta a los usuarios”, dijo.
Esta situación también afecta a los trabajadores pues de los 14 mil 684 que están en los SSO, sólo han transferido a 33% al IMSS-Bienestar. Además, esos primeros transferidos han sufrido retrasos en pagos de estímulos, bonos y recompensas estipulados en el Contrato General del Trabajo.