El sismo de 7.2 dañó la casa de don Gerardo, en Huazolotitlán, y no ha recibido ningún apoyo
Desde que ocurrió el siniestro, el 16 de febrero, todos los días a partir de las siete de la mañana y hasta las seis de la tarde, don Gerardo y sus esposa, María, intentan retirar los pedazos que quedaron del adobe de lo que fue su vivienda.