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El primer caso por actos de maltrato y crueldad animal llevado a juicio oral en Chihuahua, terminó con una sentencia condenatoria y la pena de un año de prisión para el sujeto que quemó el 80% del cuerpo de “Gatito”, un felino que sufrió el corte de su cola, el desollamiento de sus cojinetes y graves quemaduras en su cuerpo y ojitos.
El agresor, identificado como Alonso G.C, de 40 años de edad, deberá concluir su sentencia en el penal de Aquiles Serdán ubicado en el Estado de Chihuahua. Aunque la sentencia parece menor, significa el inicio de la lucha por los animales en la entidad, que de acuerdo con la juzgadora Socorro Olivia Porras Armendáriz, es el primer estado a nivel nacional en casos de maltrato y crueldad animal.
A pesar de que la sentencia fue leída el 20 de diciembre de 2024, Alonso G.C terminará su condena en poco tiempo, debido a que permanece en el penal desde 2023, cuando fue detenido en flagrancia por la Policía Municipal, quienes llegaron justo en el momento en que el agresor estaba torturando a un gatito callejero, tiempo después llamado “Gatito”.
"Estamos muy contentos porque se hizo justicia, nunca se le había tratado a un animal como seres sintientes. Por primera vez no se minimiza un acto de maltrato y crueldad animal, estamos acostumbrados a que se minimice este delito cuando no debe ser así", expresó Marcela Cárdenas, apoderada legal de la asociación civil Cat Family Chihuahua A.C, que acompañó todo el proceso legal junto a la rescatista independiente Janet Hernández Pucci, ahora dueña de Gatito.
Así fue el ataque contra “Gatito” en Chihuahua
En entrevista con EL UNIVERSAL, Marcela Cárdenas narró que la agresión contra "Gatito" ocurrió el 3 de julio de 2023, cuando el animalito tenía apenas tres meses de vida. La historia del felino llegó a ella por medio de redes sociales, a través de un reporte por actos de “canibalismo” contra un gato.
“Veo el reporte y me llama la atención porque decía 'actos de canibalismo' y empezando a leer la narrativa, la gente me empezó a decir que el sujeto se comía a los animalitos. En ese mismo momento me traslado (al lugar) y veo un video de esta persona donde se escucha la tortura de Gatito".
De inmediato, Marcela se dirige al domicilio ubicado en la calle San Vicente en la colonia El Porvenir de la ciudad de Chihuahua. Ya en el lugar, la activista visualiza una escena de terror.
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"Al asomarme en la casa donde vivía el sujeto, se veían todos lo huesos de los animales que habían perdido la vida, en la entrada de la casa había muchas manchas de sangre. Era una persona con muchos antecedentes de violencia contra los animales, en la casa estaba tirada la cola de Gatito llena de sangre".
Gatito estaba agonizando, lloraba mucho porque tenía un alambre en el cuello y estaba ardiendo en llamas quejándose de dolor. En un video que circuló en su momento entre las autoridades y los habitantes, Marcela narra que se veía cómo el sujeto tenía del cuello a Gatito y le coloca un alambre, con un punzocortante le corta su cola y además le prende fuego ocasionándole quemaduras en el 80% de su cuerpo. Los ojos se le derritieron y hasta la fecha uno de ellos está en riesgo de perderlo.
Alonso G.C es un vecino de la colonia y ya tenía antecedentes de maltrato animal. Los habitantes le contaron a Marcela que anteriormente ya los había amenazado con machetes y con privar de la vida a sus gatitos y perritos. En una ocasión desolló a varios perros y gatos, luego puso la piel de los animales de tapete en la entrada de su casa.
El delito contra los animales de compañía por actos de maltrato y crueldad animal, tiene una pena muy pequeña en la entidad, el Código Penal de Chihuahua establece una condena de 6 meses y hasta dos años de prisión en caso de haber terminado con la vida del animal.
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En el caso de Gatito, Marcela afirma que la sentencia significa un gran avance "porque más que una sentencia, Gatito fue tratado como lo que es, un ser sintiente. El solo hecho de que entrara y estuviera presente en el juicio por su agresión, es un momento histórico".
La figura de la asociación Cat Family y la rescatista independiente Janet Hernández, simboliza la resistencia y la voz de quienes no la tienen. "Los animalitos no tienen voz pero nosotros sí y somos quienes podemos alzarla por ellos", expresa Marcela al mismo tiempo que arremete contra los agresores de animales.
"Atender un acto de maltrato y crueldad es la prevención a próximos delitos... quien comete este tipo de agresiones son personas sociópatas, próximos sicarios, homicidas y feminicidas".
La vida de Gatito estaba en latente peligro. La activista Janet Hernández llegó primero a la escena por un reporte de la Policía Municipal, y al ver que el felino estaba agonizando, junto a los oficiales, decidieron llevárselo de inmediato a un veterinario. Marcela en cambio, se quedó en el lugar y convenció a los vecinos de ir a la Fiscalía del estado a denunciar.
La denuncia se realizó en nombre de la asociación civil Cat Family Chihuahua A.C, pero siempre estuvo el apoyo de los vecinos que nunca desistieron y al contrario, llegaron al juicio para apoyar con sus testimonios.
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Cat Family en la lucha contra el maltrato animal
En el 2019, Marcela Cárdenas creó la asociación civil Cat Family Chihuahua A.C debido a que presenció que durante la pandemia, los animalitos eran más propensos a ser abandonados en la región. Ella desde muy pequeña convivió con animales y generó empatía por ellos.
Antes de ser activista, Marcela fue policía municipal, estatal y enfermera. Un día durante la pandemia, cuando estaba a punto de ir a trabajar como policía, observó su carpeta de Cat Family y sin titubear se quitó el uniforme y comenzó a prepararse para defender a los animalitos.
Esta asociación civil nació de la necesidad de proteger a los más vulnerables, de ver cómo eran abandonados, maltratados y además no tenían un refugio. Marcela se dedica a protegerlos y también acompaña a las personas en los procesos contra el maltrato de sus mascotas. Actualmente estudia leyes y sigue preparándose para defenderlos de la mejor manera.
Durante estos años, la activista comenta que se ha enfrentado a comentarios menospreciando la vida y derechos de los animales, pero ella lo toma como impulso para aprender más y ser más fuerte.
Cat Family es una asociación legalmente constituida, por lo que no trabaja en el anonimato, tiene una página de Facebook y también recibe donativos para hacer este proyecto más grande.
El equipo de Marcela está integrado por su hija, su pareja, una abogada y una auxiliar veterinaria, juntas tienen un refugio de gatitos, aunque su activismo es en defensa de todos los animales de compañía, fauna silvestre, animales de campo o de granja.
Al ser cuestionada sobre lo que sigue para su asociación, Marcela expresó que busca trabajar por una reforma más justa en el Código Penal de Chihuahua para hacer que las penas contra el maltrato animal sean más severas.
Hoy, a más de un año del ataque contra Gatito, el felino aún enfrenta secuelas físicas debido a sus heridas, sin embargo, su historia ha tocado los corazones de quienes siguen de cerca su caso, convirtiéndose en un símbolo de lucha contra el maltrato animal en Chihuahua.
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