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Ciudad de México
La disputa entre cárteles de la droga en el sur de Sonora ha ocasionado el incremento de la violencia en esa zona, el temor entre sus habitantes y recientemente la emisión de una alerta temporal del gobierno de Estados Unidos para sus funcionarios en la que les prohíbe trasladarse por tierra al sur de la entidad.
Diferentes reportes de seguridad revelan que esta región de Sonora es peleada por los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa, con sus aliados, Los Salazar.
Los municipios más afectados por esta escalada de violencia son Cajeme, Guaymas y Empalme, donde desde 2015 a la fecha los homicidios con arma de fuego presentan una tendencia al alza. Por ejemplo, en Cajeme se registraron 79 homicidios dolosos en 2015; en 2016 fueron 112 casos; en 2017 hubo 189, y hasta julio de 2018 sumaron 71 crímenes.
En Guaymas, en 2015 se cometieron 25 homicidios dolosos, en 2016 se registraron 26, en 2017 la cifra se elevó a 47 y hasta julio de 2018 fueron 21 asesinatos. En tanto, en Empalme en 2015 se contabilizaron tres crímenes, para 2016 se duplicaron a seis, en 2017 se dispararon a 15 y en este año van 13.
Advertencia de Estados Unidos
En medio de esta crisis de seguridad, en redes sociales se difundió un video en el que elementos de la Policía Municipal de Guaymas entregaron a cuatro personas a un grupo criminal en San Carlos, lo que ocasionó que el gobierno de Estados Unidos emitiera el 31 de julio pasado una prohibición para sus funcionarios a viajar de Hermosillo al sur de Sonora por la carretera federal 15; enfatizó no visitar los municipios de Guaymas y Empalme.
“Alerta de seguridad: debido a la reciente actividad delictiva y la acción policial, se prohíbe al personal del gobierno de Estados Unidos viajar a San Carlos, Guaymas, Empalme, y todos los puntos al sur de Hermosillo por la carretera federal 15, en Sonora, México”, indica el mensaje enviado por el Departamento de Estado.
Al respecto, el presidente municipal de Guaymas, el panista Lorenzo de Cima Dworak, reviró que “Estados Unidos también debe emitir alertas para sus destinos como en Las Vegas, donde hace meses un hombre acribilló desde su habitación de hotel a decenas de personas en un concierto; o en Tucson y en Phoenix, Arizona, donde también han ocurrido hechos violentos”.
Fuera de control
La ola de violencia ha sembrado el terror en 458 mil habitantes en Cajeme, 113 mil de Guaymas y 54 mil de Empalme.
Testimonios recabados por EL UNIVERSAL coinciden en que cada vez son más constantes las persecuciones, enfrentamientos, tiroteos, levantones y hallazgos de restos humanos o cuerpos, los cuales, según dicen, en algunos casos no se denuncian por temor al presunto vínculo de policías con criminales.
El rostro del miedo se refleja a diario con el “toque de queda” que los mismos habitantes se han impuesto, pues afirman que por las noches hombres y mujeres de cualquier edad, con o sin motivo, son levantados por los grupos armados, ya sea por ajustes de cuentas o para ser enrolados en sus filas.
Wenceslao Cota Montoya, delegado de la Secretaría de Gobernación en Sonora, reconoció la existencia de grupos criminales en el sur del estado y la disputa por la plaza, pero indicó que por ello se amplió la intervención de fuerzas federales con 400 elementos extras.
“Hay un grupo coordinado de apoyo donde se involucran la Sedena, Marina, Policía Federal, Gendarmería, Policía Estatal de Seguridad Pública y Policía Municipal, para replegar a los grupos delincuenciales”, explicó.
De acuerdo con el director del Observatorio Sonora por la Seguridad, Manuel Emilio Hoyos, Cajeme es un foco rojo, debido a que ocupa el lugar 31 de los municipios más violentos del mundo, y respecto a los 2 mil 438 ayuntamientos de México se ubica entre los 50 que registran más homicidios dolosos.
En Empalme, a pesar de ser una localidad más pequeña, los pobladores sienten la sombra del narcotráfico. “Empalme parece Colombia, por todas partes se ven las motos distribuidoras; no existe gobierno, el alcalde Carlos Enrique Gómez Cota desde hace más de dos meses no acude al ayuntamiento.
“El Cabildo está paralizado por la falta de pago de hasta 18 quincenas a los trabajadores”, indicó un empleado del municipio que se mantiene en plantón en el palacio municipal y que solicitó anonimato, por seguridad.
Según un habitante —quien también teme a dar su nombre— “son los del Mencho quienes están haciendo los levantones y castigan a los ‘traidores’. Aquí en el pueblo hay muchas personas mutiladas que son usadas para mandar mensajes a quienes están involucrados y que no se pasen de lanza”.
Una residente de la colonia Pesqueira platicó que uno de esos casos es el de Aquilino, de 42 años, quien fue sacado por hombres armados de una empacadora de chile en el campo Guadalupe, en el valle de Guaymas-Empalme.
El hombre regresó días después en malas condiciones y relató que fue vendado de los ojos y por dos días torturado, ya que lo acusaban de vender droga a los trabajadores de ese campo. De los golpes no pudo recuperarse y falleció a consecuencia de insuficiencia renal sólo dos meses después de ser liberado.
La gota que derramó el vaso
El sábado 28 de julio, alrededor de las 11:00 horas, en una playa de San Carlos, del municipio de Guaymas, tres hombres se quedaron atascados en la arena dentro de un vehículo Jeep Grand Cherokee y fueron auxiliados por otra persona que intentó sacarlos con una camioneta pick up. Al lugar llegaron elementos de seguridad pública municipal y, según diferentes reportes, fueron presuntamente detenidos.
A través de un video que circuló en redes sociales se supo después que los agentes entregaron a los detenidos a un grupo armado, a plena luz del día y en la vía pública. Los policías dijeron que habían arrestado a las personas por estar bebiendo en la playa y con drogas, de lo cual no había rastro en el lugar, pero de la entrega al grupo criminal no se informó nada, porque, según las autoridades, el resto de información es confidencial por ser parte de la investigación.
Fuentes extraoficiales aseguraron que una de las personas levantadas es un importante integrante del grupo criminal de Los Salazar, vinculados con el Cártel de Sinaloa.
El alcalde de Guaymas, Lorenzo de Cima, afirmó que a pesar de que en un automóvil iban tres personas y en otro vehículo una, sólo hay una denuncia por la desaparición de uno de los cuatro hombres y que los seis elementos de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal involucrados fueron separados de sus cargos y se les sigue una investigación administrativa.
