Juchitán.— Pérdidas que sobrepasan los 810 millones de pesos, incumplimiento en la rehabilitación de vías ferroviarias con recursos públicos y un probable daño millonario al erario, figuran entre los hallazgos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) respecto a la empresa estatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT).

Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, S.A. de C.V. es una compañía de participación estatal mayoritaria de la administración pública federal, que inició operaciones en el 2000. Se trata de la misma que actualmente ejecuta el proyecto del Tren Transístmico, columna vertebral del Corredor Interoceánico que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Esta empresa estatal primero abarcaba la línea ferroviaria “Z”, el tramo de Medias Aguas, Veracruz, a Salina Cruz, Oaxaca, pero en 2018 también se le anexó Vías Chiapas, Mayab (línea “K” y “FA”) y la Vía Oaxaca.

En su revisión de la cuenta pública 2018, el órgano fiscalizador incluyó la auditoría 1765-DE, realizada al Programa de Inversión y Mantenimiento de las vías Férreas Chiapas y Mayab 2015-2018, tramo que va de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, a Ciudad Hidalgo, Chiapas, y que ejecutó FIT.

Como parte de esa auditoría, se revisaron contratos de adquisiones: dos de arrendamiento, uno de servicios y seis de obra pública por un total de 284 millones de pesos, lo que representa 8.2% del total ejercido por la empresa en 2018, que ascendió a 349.8 millones.

Los resultados de la auditoría señalan que Ferrocarriles del Istmo incumplió las metas originales en el programa, pues de los 536.6 kilómetros de vías en operación, sólo se han rehabilitado 144.2, es decir, 25% de la línea.

En cuanto a la sustitución de durmientes de madera por los de concreto en los sitios de mayor riesgo, el cambio sólo se ha realizado en 460.3 kilómetros de los 709 programados, es decir, únicamente 64.9% se han cambiado.

Lo anterior se explica debido a que en el periodo 2015-2018 se tenía previsto una inversión de 4 mil 846.7 millones de pesos, pero sólo se destinaron 2 mil 812.7 millones de pesos, lo que representa 58%.

La ASF también señaló que, debido a la deficiente planeación y programación de los recursos del proyecto, de una inversión autorizada de 645.6 millones de pesos, sólo se traspasaron 296.5 para la conservación de la línea.

En la gestión financiera, la auditoría determinó un probable daño o perjuicio a Hacienda de parte del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, por 9.5 millones de pesos, esto por bonificaciones efectuadas sin contar con la autorización de su procedencia.

Esta cantidad corresponde a 6.9 millones de pesos contenidos en 63 facturas por servicios de fletes y 2.5 millones en siete facturas por derechos de paso y piso, lo que incumple la Ley General de Contabilidad Gubernamental, en sus artículos 42 y 43.

No son las únicas irregularidades. La auditoría consideró que el indicador de rentabilidad de la FIT es deficitario y carece de capacidad para generar utilidades. Además, destaca que hasta el 31 de diciembre de 2018 las pérdidas acumuladas de la empresa ascienden a 810.7 millones de pesos, generadas entre 2010 y 2018.

En contraste, los subsidios del gobierno federal han ido aumentado: en 2012 eran de 190.5 millones de pesos y para 2018 alcanzaron los 396.5 millones.

Por estas anomalías, la ASF emitió dos recomendaciones y tres responsabilidades administrativas contra la empresa estatal.

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