Ángel Fernando Ruiz Flores

tenía 19 años, recientemente se graduó como técnico en enfermería y era el

Él fue una de las 15 víctimas civiles que fueron asesinadas el sábado, durante la jornada de terror que hombres armados sembraron en la ciudad de

Ayer fue velado en su casa, rodeado de su familia.

Fernando trabajaba con su padrastro en una cuadrilla que daba servicio a la Comisión Municipal de Agua Potable en Reynosa y el sábado estaba con otros trabajadores esperando su pago, cuando el comando abrió fuego contra ellos en la calle General Rodríguez, de la colonia Almaguer.

En el lugar murieron, además de Ángel Fernando, tres trabajadores más y dos personas que pasaban por el lugar. Su padrastro, resultó herido en un brazo.

Olga Ruiz cuenta que su hermano era muy alegre y estaba contento porque lo iban a ascender.

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“Mi hermano nos había dicho que lo iban a ascender a "maistro" (sic), nos decía ‘ahora sí, díganme maistro Fernando y si quieren, les enseño’. Siempre fue alegre, nunca conformista", recuerda su hermana.

Señala que trabajaba porque quería seguir estudiando medicina.

"Decía que quería seguir con la licenciatura general porque quería ser médico. Era bien estudioso, responsable, era un niño muy centrado, siempre fue así. Un día yo le pregunté qué especialidad quería seguir y me dijo que cirujano".

Recuerda que su padrastro fue quien les avisó lo que había pasado.

"El salió con un rozón y pensaba que mi hermano se había salvado. Dice que no se puede quitar la imagen de mi hermano, de cómo estaba”, lamenta.

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rdmd