Oaxaca de Juárez.— Cuando Aracely Domínguez junto a su familia acudió a denunciar la desaparición de su hermana, la abogada y activista indígena Sandra Domínguez Martínez, ocurrida el 4 de octubre, los funcionarios de la Fiscalía General del Estado (FGEO) en la ciudad de Oaxaca le dijeron que debía presentar la denuncia en María Lombardo de Caso, localidad de la Sierra Mixe baja, porque ahí había desaparecido.
De lo contrario, le dijeron que el reporte de su desaparición podría tardar de tres a cinco días más. Aracely y su madre decidieron desplazarse hasta esa comunidad, y su hermana Kenia Domínguez permaneció en la capital del estado, pero cuando llegaron a la localidad a presentar la denuncia, resulta que no había internet ni funcionarios para atenderlas.
Kenia Domínguez decidió solicitar el apoyo de organizaciones de la sociedad civil en las que Sandra participa, y fue entonces que la Fiscalía de Oaxaca —relata Aracely Domínguez— supo quién era la persona desaparecida y emitieron la ficha de búsqueda.
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Para entonces ya habían pasado tres días. Se sabe que en casos como estos las primeras horas son cruciales para las labores de búsqueda de las personas desaparecidas.
“Nos dieron largas que aquí no era la cosa, era hasta otro lugar, cuánto tiempo desperdiciamos... y esto no sólo lo pasamos nosotros, esto lo pasan familias enteras”, dice Aracely.
Según la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, la familia denunció la desaparición de Sandra Domínguez hasta el 8 de octubre, mismo día en que se emitió la cédula de búsqueda; aseguró que no hay registro de que las hermanas de la activista hayan acudido antes a reportar su desaparición.
Hasta el momento no hay ninguna información sobre el paradero y localización de Sandra Domínguez y de su esposo Alexander Hernández, y según la investigación ministerial, los hallazgos recientes indican que sus aparatos telefónicos registraron actividad en territorio de Veracruz.
La Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas reporta que han elaborado cédulas de búsqueda que se difunden en las redes sociales de la misma comisión y que trabaja con la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas y la Secretaría de Gobierno de Oaxaca; la Fiscalía General del Estado indica que recorre sitios que habrían formado parte de las rutas por donde se presume pudieron estar las víctimas.
Para el activista Joaquín Galván, las acciones de la fiscalía son una “búsqueda forense”, lo que implica que no lo hace con la presunción de encontrarla con vida. Señala que no hay ningún trabajo de inteligencia, “parece improvisado”.
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No hay coordinación con la Fiscalía de Veracruz, la cual se niega a colaborar porque la desaparición no fue en su jurisdicción.
También criticó que el secretario de Gobierno, Jesús Romero López, haya declarado que existen otras líneas de investigación, y que no se haya informado a la familia.
Aracely Domínguez insiste: “No queremos que lo de Sandra sea un caso más, ningún caso debe ser un caso más. Si el gobierno tiene el presupuesto para acudir al llamado, porque no se hacen las cosas como se deben hacer, y no nada más el gobierno de Oaxaca, también a las ciudades hermanas que colaboren con las búsquedas”.