Anderson Gabriel, un niño de nacionalidad hondureña
de ocho años de edad, estaba a unos cuantos metros de cruzar la frontera cuando la fuerte corriente del Río Bravo lo arrastró y murió ahogado.
Sus padres y su hermana si consiguieron pisar territorio estadounidense pero oficiales de la Patrulla Fronteriza los detuvieron y los regresaron.
La tragedia, que ha causado consternación en la opinión pública, ocurrió en la víspera frente a la ciudad de Piedras Negras e Eagle Pass, Texas, Estados Unidos.
Según relató el padre del infante, su hijo estaba agarrado de la mano de su mamá pero un golpe de agua lo hizo que se soltara y cayera al río sin que ellos pudieran salvarlo.
Este jueves por la tarde, la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) informó que elementos de Grupos Beta de ese instituto lograron recuperar el cuerpo del menor y con apoyo de las autoridades estadounidenses y del Consulado de Honduras será repatriado a su país de origen.
Aunque no venía solo, el niño estaba con sus padres, una hermana y varias personas adultas en una pequeña isleta ubicada entre las fronteras de México y Estados Unidos.
Sin embargo no soportó el golpeteo del agua, la cual “lo envolvió”, lo arrastró y lo mantuvo sumergido durante varios metros.
Los migrantes pidieron auxilio de las autoridades y agentes del Grupo BETA tuvieron que utilizar un aerobote A-3 del INM para localizarlo y le dieron reanimación cardiopulmonar (RCP).
Sin embargo ya no presentaba signos vitales y aunque elementos del Cuerpo de Bomberos, que esperaban en la orilla del Río, continuaron con las maniobras no tuvieron éxito.
Un agente del Ministerio Público (MP) de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Coahuila acudió a dar fe de los hechos y ordenó el levantamiento del cadáver.
“Horas después, derivado de la gestión de autoridades mexicanas con estadounidense, fueron devueltos los padres y la hermana del menor al puente fronterizo de Piedras Negras para el reconocimiento del cuerpo”, refirió.
Los familiares habían logrado cruzar la frontera, pero apenas pisaron suelo norteamericano fueron arrestados por la Patrulla Fronteriza cuando salían del “Río Grande”.
Mientras tanto los parientes de la víctima permanecerán en Piedras Negras mientras concluyen los trámites para que se autorice el traslado del pequeño Anderson Gabriel a su Nación.
Los gastos de alimentación, hospedaje y lo que se requiera, serán solventados por la representación del Consulado de Honduras en Coahuila.
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