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Elementos de la Patrulla Fronteriza y del Ejército realizaron ayer un simulacro de contención con helicópteros y camiones blindados en la franja fronteriza entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, lo que provocó temor entre unos 200 migrantes que se encontraban en el puente internacional Paso del Norte esperando obtener asilo político.
El ejercicio de control de multitudes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos es parte de la preparación de aquel país ante la posible llegada de las caravanas de migrantes centroamericanos.
Ayer, en las inmediaciones del llamado Puente Negro, se desplegó el operativo que incluyó vehículos blindados y un helicóptero desde el cual se lanzaron bombas de humo. Aunado a esta acción y a que se prevén bajas temperaturas, 95% de los migrantes que acampaban en el puente aceptaron la invitación del ayuntamiento de Ciudad Juárez para trasladarse a la Casa del Migrante.
Personal de la Cruz Roja apoyó en el traslado, al cual accedieron 185 personas entre adultos y niños, después de que se levantó un censo para que su acercamiento con las autoridades migratorias pudiera darse en el orden en el que fueron llegando a solicitar asilo. La principal preocupación expresada por las familias que buscan refugio era asegurar su lugar en la fila.
El alcalde de Juárez, Armando Cabada, comentó que la Casa del Migrante tiene espacio para mil 500 personas y, de ser necesario, se adaptará el Gimnasio Municipal Allende. Aseguró que “es un acto de humanidad al que estamos obligados como autoridad, por ser parte del pacto entre la ONU y el gobierno mexicano”.