Más Información
"Agradecemos al señor Nemesio Oseguera"; ayuntamiento de Coalcomán, emanado de MC, agradece al "Mencho" por entrega de juguetes
Sheinbaum se reúne con Lemus; “trabajar al estilo jalisco es en coordinación con la federación”, expresa gobernador
Revés al INE, juez niega retirar suspensión definitiva a reforma judicial; da 48 horas para acatar sentencia
Kopomá, Yucatán.– Sergio Grosjean Abimerhi, arqueólogo y especialista en espeleobuceo, informó que del cenote Chen Há, ubicado en Kopomá , sacaron alrededor de 700 kilos de residuos sólidos, entre los que se estaban 95 medidores de energía eléctrica.
“Hay que señalar que este tipo de aparatos electrónicos poseen componentes altamente contaminantes como cobre, plomo e imanes, y de allá nuestra interrogante en conocer si estos metales pesados fueron los que originaron la muerte de peces que se observaron muertos en el fondo", dijo.
Asimismo, comentó que el saneamiento realizado con el apoyo de la Fundación Bepensa, desenterró estos artefactos con ayuda de un detector de metales, pues los medidores de luz se encontraron debajo de una gruesa capa de sedimento.
Esta vez, y ante la presencia de ejidatarios y funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad ( CFE ), lograron extraer los aparatos que fueron manufacturados posiblemente hace más de 30 años y que estaban en ese cenote.
También lee: Ceniza de macro incendio forestal eleva la contaminación en Monterrey
“Desconocemos el tiempo que llevan en el fondo del cenote. Son dispositivos que van desde caseros hasta industriales, e incluso uno de ellos lo encontramos solidificado a un pesado ´fantasma´ de los que se utilizan en las carreteras, lo que nos habla de su antigüedad”, agregó.
También se pidió explorar nuevamente la zona con detectores de metales y extraer artefactos, ya que resulta evidente que es imposible sacarlos sin dedicarle varias jornadas más y con el apoyo de equipo pesado como en ocasiones anteriores han utilizado.
De acuerdo con la información, son cientos de estos aparatos los que se encuentran debajo de una espesa capa de sedimento, producto de los años de acumulación de materia orgánica que obliga a pensar que hay más de estos medidores, que llevan décadas descomponiéndose y provocando daño ambiental de proporciones, hasta ahora desconocidas.
ed