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Culiacán.— Juan Francisco “N”, El Quillo, se convirtió en la segunda persona vinculada a proceso por su probable participación en el asesinato del periodista Javier Valdez, el pasado 15 de mayo de 2017 en esta ciudad.
El juez de Control, Édgar Rafael Juárez Amador le dictó prisión preventiva oficiosa y dispuso su regresó al Centro Penitenciario Federal de Mexicali, donde se encuentra recluido sujeto a investigación por otros cargos federales.
Además, determinó conceder un plazo de tres meses para que la fiscalía federal cierre la investigación complementaria, ante la postura de los defensores de oficio del imputado de que el plazo no debía exceder de 45 días.
Con fecha del 29 de abril pasado, su primo hermano, Heriberto “N”, de 26 años y conocido como El Koala, fue el primero en ser vinculado a proceso y enviado a prisión preventiva al Centro de Readaptación Social Federal número 8, de Guasave.
Luego de escuchar la resolución y las medidas cautelares, Juan Francisco “N” solicitó una reunión con sus familiares, quienes estuvieron presentes en la audiencia. Sin embargo, el juzgador señaló que por protocolos de seguridad esa petición estaba fuera de sus atribuciones.
En la audiencia, que duró seis horas con tres recesos, El Quillo avaló que sus asesores legales se desistieran de presentar como medidas de prueba nuevos testimonios, emitidos por testigos protegidos.
Juan Francisco “N”, originario del municipio de San Ignacio, fue trasladado en sigilo desde el Centro Penitenciario Federal de Mexicali, Baja California, para estar presente en la continuación de la audiencia que inició el jueves 8 de junio, bajo la modalidad de video.
En el desarrollo de la audiencia, la parte defensora esgrimió que la información recabada de los testigos, identificados como RHT y TLISR, en los que se aducen la presunta participación de Juan Francisco “N” y Heriberto “N” en el crimen “son de oídas, no de acciones presenciales”.
La postura del Ministerio Público estableció que los testimonios del testigo RHT establecen que este estuvo presente cuando El Quillo le comentó a El Koala sobre “el jale” que se habían aventado al asesinar a Valdez.
La parte juzgadora estableció que los datos no son testimonios de referencia directa sobre los actos que narraron, por lo que caen en grado de probabilidad.
