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Al grito de “El pueblo unido, pacheco es más activo”, “No más extorsión, legalización” y “La mota es medicina, no metanfetamina”, hombres y mujeres de diversas ciudades de todo el país salieron ayer a marchar para exigir la legalización de la marihuana. Así, de norte a sur se vivió el Día Mundial por la Liberación de la Cannabis.
Todos los contingentes estuvieron integrados por personas jóvenes, también acudieron familias completas, adultos de la tercera edad y hasta mascotas. Unos se manifestaban por el consumo recreativo y otros daban testimonio de cómo el uso de la planta mejoró su salud y su calidad de vida.
En Tijuana, Baja California, residentes de la ciudad y del otro lado de la frontera, en Estados Unidos, marcharon a favor del uso recreativo y medicinal de la planta. Además, ofrecieron una serie de servicios, como la tramitación de un amparo que permita el consumo e información sobre el tipo de uso de la cannabis, con la intención de evitar la criminalización de los consumidores.
El llamado fue desde el mediodía del sábado, en la torre Agua Caliente, adonde llegaron decenas de personas de ambos países.
“Soy licenciada (…) no es que importe, pero a la gente pareciera que sí; el argumento es que quienes consumen son vagos, no hacen nada o son delincuentes. Hay productos que son legales y hacen más daño”, lamentó Daniela, una de las asistentes.
Tijuana fue una de al menos 16 ciudades que también convocaron a la movilización, explicó Madai Mondaca, una de las organizadoras de la Marcha Cannábica Tijuana 2019, en la que además elaboraron un pliego petitorio que será entregado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, para exigirles resolver los vacíos legales que impiden a los usuarios consumir sin ser víctimas de discriminación o arrestos.
En Yucatán, la lucha contra la estigmatización de las personas que consumen y utilizan derivados de la cannabis se puso de manifiesto en una marcha desde Paseo de Montejo hasta el Palacio de Gobierno. Todos caminaron portando pancartas y mantas que pedían la despenalización del cultivo y venta de la planta cannabis.
El cofundador del colectivo canábico Dzac Yah, Cuauhtli Laguna Peraza, indicó que entre sus peticiones está que la ley a nivel estatal y municipal ampare y proteja el desarrollo de la industria local, respalde a las comunidades indígenas, pequeños y medianos productores.
También pidieron que bajo ninguna circunstancia se forme o permita la implementación de una industria extractiva ni de explotación de los recursos naturales.
En tanto, en Monterrey, Nuevo León, más de 200 personas participaron en la marcha. Exigieron, sobre todo, fin a las extorsiones a quienes consumen la hierba, por parte de la policía . A lo largo del recorrido los participantes coreaban consignas y otros decidieron fumar. “Si mi cigarro lleva otro relleno, ¿por qué me miras mal?”, gritaban.
Las marchas también se llevaron a cabo en otras ciudades como la capital de San Luis Potosí, donde asistentes señalaron que la legalización de la marihuana tendría efectos en el índice delictivo, y Morelia, Michoacán, donde las consignas brotaron como el humo de los porros: “Pacheco informado, no será atorado“, “Somos pachecos conscientes, no delincuentes” y “Queremos cambiar la ley, no romperla”.
