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Nuevo Laredo.- Jessica, la mujer que tras un aborto espontáneo arrojó el cuerpo de su bebé al río Bravo , deberá enfrentar un proceso legal al comprobarse que la bebé estaba viva al momento de nacer.
Autoridades ministeriales informaron que la autopsia reveló que la bebé respiró antes de que fuera arrojada al río.
Ante esto, Jessica fue detenida por la Policía Estatal Investigadora y enfrentará cargos por homicidio.
Esta mujer sufrió un aborto espontáneo en el baño de su domicilio de la colonia Roma II, por lo que al observar al bebé entre la sangre, tomó una bolsa para basura donde depositó el cuerpo.
Posteriormente, se dirigió al río Bravo donde arrojó la bolsa con el cuerpo y regresó a su casa donde comenzó a sentirse mal.
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Sus familiares decidieron llevarla al Hospital Materno Infantil donde aseguró a los médicos tenía un sangrado debido a complicaciones con su menstruación.
Sin embargo, los médicos detectaron que Jessica acababa de dar a luz por lo que dieron aviso a las autoridades competentes.
La joven no tuvo más remedio que confesar lo que había hecho.
Los ministeriales acudieron al lugar donde Jessica dejó el cuerpo, encontrándolo metros más adelante.
La autopsia confirmó que la bebé tenía 34 semanas de gestación y se encontraba viva al momento de nacer ya que sus pulmones contaban con oxígeno.
afcl