Cuernavaca, Mor.- Un empleado de un asilo de ancianos conspiró contra su propio centro de trabajo, y utilizó los datos del patrón y sus compañeros para exigir cantidades de dinero a cambio de no dañarlos. La estrategia del presunto extorsionador incluyó la difusión de datos en redes sociales para desacreditar al sitio de alojamiento.
La investigación de la Fiscalía de Investigación de Delitos de Alto Impacto (FIDAI) logró identificar y detener a Luis Ángel “N”, por el delito de extorsión agravada cometido en contra de un asilo de adultos mayores, ubicado en Cuernavaca.
Con los datos de prueba Luis Ángel “N”, de 21 años de edad, fue vinculado a proceso y le impusieron la prisión preventiva como medida cautelar.
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La denuncia estableció los hechos en los que comenzó la desacreditación del Centro por medio de distintos mensajes, a través de redes sociales, en donde falsamente acusó la supuesta muerte de adultos mayores al interior del asilo, lo que provocó la movilización de familiares y amigos de los residentes.
La FIDAI registró que a finales de octubre pasado la víctima, administrador del asilo, recibió mensajes en donde le exigían la entrega de una cantidad de dinero a cambio de no hacerle daño a él o a sus empleados, manifestando conocer los datos de todos ellos, y durante el mes de noviembre continuaron las amenazas.
La investigación arrojó identificar al presunto responsable del ilícito en contra de quien se aportaron las pruebas ante un juez, quien obsequió una orden de aprehensión en su contra.
Personal de la AIC-UECS dependientes de la FIDAI se presentaron en la residencia para adultos y ejecutaron el mandato judicial en contra de Luis Ángel “N”, a quien se le aseguró el aparato de telefonía celular desde el que se enviaban los mensajes extorsivos.
En audiencia inicial realizada, se formuló imputación en su contra por el delito de extorsión agravada, mediante las pruebas respectivas y lograron la prisión preventiva justificada como medida cautelar, y durante el desarrollo la audiencia de continuación, se dictó la vinculación a proceso en contra del joven delincuente.
De acuerdo a las investigaciones realizadas, se establece que al ser empleado del centro de atención obtuvo información de los usuarios y trabajadores del lugar, y realizaba búsqueda en redes sociales de personas extraviadas o reportadas como desaparecidas para comunicarse con los familiares a quienes refería que a las personas a quienes buscaba se encontraban drogados o enterrados en el asilo, lo anterior para generar miedo y desesperación de las víctimas, lo cual era aprovechado por el indiciado como medio de presión para lograr obtener el dinero que exigía como extorsión.
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