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Chilpancingo.- La mañana del miércoles el secretario general de ayuntamiento de Acapulco, Ernesto Manzano Rodríguez , junto con policías, le notificó su destitución al contralor municipal, Francisco Torres Valdez y destapó la cloaca.
A las 8:30 de la mañana, llegó Manzano Rodríguez a las oficinas de la Contraloría municipal, iba acompañado por 16 agentes de la Policía Municipal, armados con sus rifles de asalto. Personalmente entregó la notificación de su destitución a Torres Valdez.
Un día antes, el cabildo, regidores, síndicos y la alcaldesa, aprobaron en una sesión la destitución de Torres Valdez. Por no comparecer antes ellos, explicó después Manzano Rodríguez.
El 25 de junio del 2019, el cabildo lo designó Contralor General de Transparencia y Modernización Administrativa del ayuntamiento de Acapulco .
Al salir de las oficinas de la Contraloría, Torres Valdez, ya como exfuncionario, dio su versión ante los reporteros. Dijo que su destitución formó parte de una “complot” entre Manzano Rodríguez, Víctor Román Román, sobrino de la alcaldesa, Adela Román Ocampo, el secretario particular de la edil, Edmundo García López y los propios regidores.
Todo comenzó, contó Torres Valdez, cuando le informó a Manzano Rodríguez que en un investigación que realizaba hallaron irregularidades en el manejo del programa de reparto de pipas con aguas.
Dijo que los informes señalan un daño a la hacienda pública de 11 millones de pesos en el manejo de las pipas que, de entrada, no forma parte de sus funciones, pero desde hace meses de manera expresa solicitó que se le agregaran.
Explicó que entre 2019 y 2020 se le asignaron 40 millones de pesos y que por “atención” le informó a Manzano Rodríguez de las irregularidades para que las subsanara, pero lo ignoró.
“Me dijeron que no podían solventar, que si estaba yo de acuerdo en que hicieran contratos hechizos y tratar de solventar y le dije yo que tenían que ser contratos reales porque no había contratos”, dijo el ex funcionario.
Hallaron esas irregularidades porque en uno de los informes del programa de pipas, reportaron que en un solo día una personas recibió cinco entregas de agua.
“Yo creo que por eso le apuraron al procedimiento”.
Manzano Rodríguez, dijo el excontralor, estaba siendo investigado junto con el asesor jurídico de la Secretaría de Seguridad Pública, Jondalar Castillo Ledezma, por tener a 300 “aviadores”, en esa dependencia.
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“Esos 300 aviadores cobran 3 mil pesos, haciendo la suma son 900 mil pesos a la quincena”, contó.
Después Torres Valdez se fue de largo con otros presuntos actos de corrupción.
Contó de los 2 millones en combustible que Petróleos Mexicanos (Pemex) donó al ayuntamiento y que era entregado a estaciones de gasolina del puerto, sin embargo éstas, en contubernio con funcionarios, pretendían cobrar.
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Después habló de la negativa de los regidores de auditar los 140 mil pesos que reciben cada mes por “gestoría”.
Además acusó que algunos regidores como el priista, Luis Miguel Terrazas Irra; la edil Rocarda Roles Urioste y el síndico, Javier Solorio Almazán, que llegó por Morena pero ahora es del PRI, tienen en nómina de 30 a 50 trabajadores.
“¿Dónde está esa gente, qué hace?, si en sus cubículos apenas caben ocho personas”.
Torres Valdez habló de Víctor Román Román, el sobrino de la alcaldesa. Dijo que no tiene ningún cargo oficial, pero tiene oficinas dentro del ayuntamiento y es quien “maneja” los asuntos más importantes.
“De la alcaldesa tengo la impresión de que es una mujer preparada, pero lamentablemente el sobrino la rebasó”.
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