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Apatzingán, Michoacán.- Luego de varios días de operativo, elementos de fuerzas federales y estatales, desmantelaron un narcolaboratorio en la sierra de Apatzingán, Michoacán; decomiso que las autoridades estimaron, tiene un valor de 3.4 millones de pesos.
El volumen del aseguramiento, lo hace uno de los golpes financieros más duros al crimen organizado en esta entidad, señalaron las fuentes consultadas.
El operativo se realizó por tierra y aire en la parte serrana de la Tierra Caliente, donde convergen los municipios de Apatzingán, Parácuaro y Tumbiscatío.
En ese vértice, los elementos del Ejército Mexicano y Guardia Civil, localizaron un campamento utilizado como narcolaboratorio.
Las autoridades, aseguraron en ese predio cercano a la localidad de San José Nuevo, más de 400 kilos de metanfetamina, 10 reactores y 25 tanques de gas vacíos.
También incautaron más de 50 costales de sosa cáustica, 30 costales con químicos no identificados, dos vehículos con reporte de robo y más de 50 kilos de droga en proceso.
En esa misma región, apenas el pasado 26 de febrero, personal de fuerzas estatales y federales, detuvieron esta mañana a Gerardo Valencia Barajas, La Astilla.
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La Astilla, es uno de los principales operadores del Cártel Michoacán Nueva Generación, bloque criminal conformado por los grupos delictivos de Los Viagras, Los Blancos de Troya y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Gerardo Valencia, fue capturado minutos antes de las 6 de la mañana, junto con su pareja sentimental, Joana Lizbeth Sepúlveda Valencia, hija de César Arellano Sepúlveda, El Botox, uno de los principales generadores de violencia en la región de Apatzingán y Buenavista.
Además de perpetrar ataques contra pobladores y contra autoridades de los tres niveles de gobierno, La Astilla, era también uno de los encargados de las extorsiones a productores y empacadores de limón, así como a comercios, servicios de telefonía e internet.
También es investigado por la privación ilegal de la libertad, tortura y asesinato, del comandante, Sergio Esquivel Zavala y de Omar Maldonado Susunaga, policía investigador, de la Fiscalía General de la República, ocurridos el pasado 17 de febrero.
La detención de Gerardo Valencia y Joana Sepúlveda, la realizaron las autoridades de seguridad estatales y federales, en una de sus viviendas ubicada en la localidad de Cenobio Moreno, comunidad, donde todo apunta, perpetró el homicidio de los dos servidores públicos.
Un día antes, en otro punto de la entidad, personal de la FGR y de corporaciones de seguridad estatales y federales, detuvieron a otro líder delincuencial en el municipio de Zacapu.
Se trató de Jesús Rivera Aguirre, alias “El Chuy” o “La Hamburguesa”, de 48 años de edad y que desde hace nueve años, operaba en las filas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como jefe de plaza de Zacapu, donde se encargó de la distribución de drogas y del cobro de extorsiones en la región, donde también mantenía el control de la venta de drogas y alcohol, así como de la organización de eventos.
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