La Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a través de la Subsecretaría de Centros Penitenciarios, concluyó con la demolición de 104 cuartos o locales que fueron construidos ilegalmente en el pasado al interior del penal de San Miguel, ubicado en la capital poblana.
En dichos espacios había “privados” para encuentros íntimos, restaurantes, farmacias, tiendas de abarrotes, locales de venta de ropa y zapatos, baños, ferretería e incluso corte de cabello, así como dos quioscos y dos gimnasios.
Para quienes permitieron su operación en administraciones pasadas, los 104 cuartos generaron ganancias estimadas en al menos 3 millones de pesos semanales.
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La actual administración de la Secretaría de Seguridad Pública comenzó con la destrucción de estos espacios con maquinaria especializada; durante todo el proceso que concluyó este 13 de julio, las actividades fueron registradas por una notaría pública que dio fe de las actividades.
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