Xalapa.— La isla de Las Conchitas, un pequeño cuerpo de tierra ubicado al centro de la laguna de Mandinga, se ha vuelto un lugar solicitado por el turismo ya que se ha convertido en el hogar de la Virgen Desatanudos, misma que fue donada por el párroco de la iglesia a los pescadores para que llenara de bendiciones su pesca y los protegiera ante cualquier adversidad. Los marineros se acercaban a hacerle peticiones, corriéndose de boca en boca lo milagrosa que era.
Los turistas que visitan esta isla escriben en un listón blanco su dificultad o petición, para luego anudarlo fuertemente a algunos de los muchos tendederos que rodean el nicho de la virgen. Cuando el problema o la necesidad es resuelta, se debe volver a la isla a dar gracias y en el puente que se ubica atrás de la virgen, colocar un listón de cualquier color con un mensaje de gratitud.
Las peticiones suelen ser de cualquier tipo, de trabajo, de amor, alguna necesidad económica, de salud, cualquier situación que aqueje al creyente y que lleno de fe lo exponga esperando el milagro.
José Carlos Pavón Pulido, oriundo de la zona, señaló que aparte de la pesca, las visitas guiadas a la isla de Las Conchitas eran parte de su trabajo y les dejaba buena derrama económica; sin embargo, la pandemia alejó a los turistas de la zona y les afectó en su economía.
En 2023 las visitas volvieron a aumentar, aunque los frentes fríos han afectado las rutas en la laguna. “Lo que es Semana Santa, vacaciones de verano y fiestas decembrinas (...) aparte del turismo nos dedicamos a la pesca y todo eso, lo que es la pesca del róbalo, el camarón, el sargo, la trucha (...) en la época del norte no nos afecta mucho porque atravesamos lo que es el tendal y lo vamos a levantar al otro día a las 4 de la mañana”, apuntó.
Algo que distingue a la laguna de Mandinga, además de la isla de Las Conchitas, es su comida, ya que se pueden encontrar los ostiones, los cuales son considerados, por muchos, un afrodisiaco natural.