“En México, donde se registran más de 30 mil personas desaparecidas, el gobierno ha fracasado porque persisten las desapariciones de personas, crímenes de lesa humanidad que están destrozando el tejido social”, declaró el padre Pedro Pantoja, en la misa que ofició ante cientos de personas para familiares de los ausentes en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
En la Capilla del Santo Cristo, que está a un costado de la Catedral de Santiago, en la capital del Estado, familiares de los desaparecidos tapizaron de fotografías de los ausentes el piso frente al altar. Algunos vestían camisetas color verde con la pregunta: ¿Dónde están? y su compromiso “Por una búsqueda incansable”. En un solo grito lanzaron la consigna: “Vivos se los llevaron y vivos los queremos”
Al concluir la misa se apostaron en la plaza de Armas, frente a Palacio de Gobierno donde dieron un mensaje y después recorrieron la calle de Victoria para retornar a palacio. Portaron globos blancos con leyendas como: “Haz que se vean y Nos faltan siempre.
“Mi hijo, Raúl Reyes Cepeda, tenía 29 años de edad cuando desapareció hace más de ocho años junto con 15 personas más en Piedras Negras, eran sus compañeros de la empresa de transportes donde trabajaba”, relata Guadalupe Cepeda..
La mujer, de 71 años de edad, junto con su esposo Raúl Reyes de 73, señala “somos los más grandes de edad”, del grupo que trata de localizar a sus desaparecidos, quienes buscan en penales, panteones, hospitales y todos los lugares donde consideran que pudieran encontrar a sus familiares.
El 9 de abril de 2009 Raúl salió de su casa en Saltillo con sus compañeros, iban a una junta de trabajo en Piedras Negras y ya no regresaron. “No se si desaparecieron cuando iban o volvían, narra la mujer de piel blanca y ojos tristes, enrojecidos de tanto llorar la ausencia de su hijo.
Además se registraron manifestaciones en los municipios de Piedras Negras, Allende, Torreón y Saltillo, donde los presentes exigieron a las autoridades celeridad en las investigaciones para dar con el paradero de los ausentes, a quienes no han vuelto a ver desde la ola de violencia que se registró en Coahuila del 2009 al 2011, principalmente.