Guadalajara.— Jalisco es el estado con más personas desaparecidas del país, 15 mil 348 casos, según cifras oficiales al 31 de octubre; y enfrentar ese problema de seguridad pública será el mayor reto del gobernador Pablo Lemus Navarro, coinciden académicos consultados por EL UNIVERSAL.
Pero, para lograrlo, señalan los expertos, la nueva administración estatal requiere construir una mejor relación de trabajo con el gobierno federal, lo que es ya de por sí otro reto que pondrá a prueba las capacidades políticas y de gestión del mandatario estatal.
Gerardo Castillo, profesor de la carrera y la maestría en Derecho, y coordinador de la Clínica Jurídica Ignacio Ellacuría del ITESO, consideró que para atender el problema de las desapariciones es necesaria la coordinación de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Lee también: Congreso de Sonora aprueba paquete económico estatal por más de 89 mil mdp; representa un aumento del 7.9%
“Es un reto doble: por un lado está el papel que le corresponde al propio gobierno estatal para la prevención y, en su caso, la persecución de estos delitos, y por otro lado, también supone la coordinación con los otros órdenes de gobierno, con las policías, los municipios y con el gobierno federal”.
En ese punto, Laura Aritmética Jaime Oliver, profesora del Departamento de Estudios Políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la UdeG, apuntó que, por lo visto hasta ahora esa coordinación entre el gobierno estatal y el gobierno federal todavía es bastante incierta.
“Pienso en la nueva Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas [propuesta por Lemus Navarro en octubre pasado y aprobada por la anterior Legislatura estatal antes de concluir], en realidad, la coordinación que se está pensando dentro de este sistema nuevo es con las autoridades estatales y con las instancias que ya existen a nivel local, pero no se integra la parte federal”, señaló la académica.
En su opinión, eso está relacionado directamente con otro reto crucial para el próximo mandatario jalisciense, emanado de las filas de Movimiento Ciudadano: la negociación política con las estructuras de gobierno —federal o estatal— en las que Morena y la 4T tienen una importante presencia o controlan por completo.
“A nivel local Pablo Lemus no va a tener un Congreso de mayoría emecista, es decir, va a tener un Congreso dividido donde MC sólo tiene 11 diputados, Morena y sus aliados 19, y PRI y PAN tienen ocho, lo que representa dificultades principalmente para la aprobación de presupuestos, pero también para dar viabilidad a las iniciativas que el gobernador quisiera llevar a cabo.
A nivel federal está la relación con la presidenta Claudia Sheinbaum, y aunque en realidad no hay una disputa abierta entre ambos, sí hay una distancia que ha sido clara”, refirió la académica.
Gerardo Castillo opinó que en el contexto político, en el que Jalisco es uno de los pocos estados que tendrá un gobierno que no será de Morena o alguno de sus aliados, y en el que el gobierno federal se presenta también como un partido político que cada vez cobra más fuerza en la escena pública nacional, la coordinación entre ambas administraciones parece complicarse.
“Esperemos que el tema de los colores de gobierno no sea un impedimento para que Jalisco pueda contar con el apoyo del gobierno federal en los asuntos que deben de ser de interés común, como el tema de seguridad o el tema de infraestructura; pero me parece que hay otros temas de interés común en los que Jalisco tiene que seguir empujando por conseguir también el respaldo del gobierno federal para seguir creciendo, como en educación y en salud donde Jalisco ha mantenido políticas diferenciadas de lo que ha ocurrido a nivel federal”, dijo el profesor del ITESO.
El pacto fiscal
A unos días de dejar el cargo y argumentando un constante maltrato presupuestal hacia Jalisco, el gobernador saliente, Enrique Alfaro, echó a andar una serie de iniciativas para amagar con la salida de la entidad del Pacto Fiscal federal.
El hecho fue criticado por la presidenta, quien señaló que la exigencia de Alfaro, de entregar más recursos a quien más aporta, rompe con el principio de solidaridad con estados pobres del país, y que en todo caso la decisión de salir del pacto corresponderá a Lemus.
Pablo Lemus, desde antes de tomar posesión, inició negociaciones en la Cámara de Diputados para tratar de conseguir 8 mil millones de pesos más para Jalisco en el presupuesto de 2025, ha tenido que sortear la situación mostrando su apoyo a la propuesta de Alfaro de renegociar el Pacto Fiscal, pero aclarando que no tiene intención de salir de él porque no es algo sencillo.
“Para poder salir de un pacto fiscal se necesita una Asamblea Nacional Hacendaria, no es como que yo diga el día de mañana que nos vamos a salir y nos salimos, eso no se puede, hay que ser muy claros”, señaló a finales de noviembre en una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados, y aseguró que establecerá mecanismos de diálogo respetuoso con la Federación.
La académica Jaime Oliver piensa que Pablo Lemus tiene mayor capacidad de negociación y conciliación que su antecesor, Enrique Alfaro: “Pablo Lemus no es un personaje explosivo, las tensiones las sabe manejar de otra forma y en realidad creo que tiene mayores habilidades políticas como para generar acuerdos; no va a ser sencillo porque va a tener que conceder algunas cosas; es una diferencia importante con la anterior administración.
“El perfil de Lemus es muchísimo más alentador en ese sentido, el hecho de que venga de la Coparmex, de que tenga toda esta experiencia con empresarios y con la sociedad civil, creo que va a ser un factor clave para que genere acuerdos”, agregó.
Por su parte, Castillo señaló que hay muchos más desafíos en el horizonte del nuevo mandatario, como avanzar en la atención a grupos vulnerables, combatir la corrupción, lograr un mejor ordenamiento del territorio o generar polos de desarrollo en zonas que prácticamente siguen olvidadas, como la región norte del estado.
El académico del ITESO también consideró que Lemus cuenta con habilidades que podrían ayudarle a transitar con efectividad durante su sexenio.
“Creo que la experiencia que ha adquirido, en su paso reciente por las administraciones municipales de Guadalajara y Zapopan, puede ser una fortaleza... Además, me parece que su capacidad de comunicación es una característica importante, una comunicación entre los ciudadanos y el gobierno para poder articular también los esfuerzos sociales; también está su capacidad de presentarse como cercano a la ciudadanía”, concluyó.