Villahermosa.— La ciudad de Villahermosa se ha convertido en el destino no deseado de cientos de migrantes, que son detenidos por autoridades mexicanas o retornados por Estados Unidos.
EL UNIVERSAL recabó testimonios de extranjeros, en su mayoría venezolanos, que fueron enviados a la capital de Tabasco sin su conocimiento, y donde se encuentran sin recursos y replanteando su destino.
Uno de ellos es Jorgelys, quien a principios de octubre logró cruzar a Estados Unidos con la idea de obtener asilo, conseguir trabajo e iniciar una nueva vida; la realidad fue muy diferente.
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El migrante venezolano relató que el 3 de octubre llegó a Ciudad Juárez, después de haber cruzado la selva del Darién en Panamá, Centroamérica y México. Ese mismo día fue uno de los cientos de migrantes que se entregó a la Patrulla Fronteriza al cruzar por la puerta 36 del muro, entre Juárez y El Paso, Texas.
Catorce días después, Jorgelys fue deportado por Estados Unidos y trasladado hasta Villahermosa, Tabasco, donde estaba ayer varado.
“Nos regresaron a Villahermosa. El viernes nos sacaron de allá [Estados Unidos], sábado y domingo en camino hasta acá y aquí estamos desde el lunes”, relató.
El migrante venezolano dice sentirse triste y enojado por el trato que recibió por parte de las autoridades estadounidenses. Señala que se dijo que existía un acuerdo para regresar a los venezolanos hasta su país, pero no se cumplió y lo dejaron en territorio mexicano y sin dinero.
“[Se dice] que hay deportaciones hacia tu país, en este caso Venezuela, pero la noticia es que es a Villahermosa, no a Venezuela. Nos trataron como unos perros, me cortaron con las esposas cuando me sacaron esposado, no les importa un coño, te regresan como perro”, lamenta.
Jorgelys estaba en busca de un albergue para alojarse, en tanto consigue un poco de dinero para regresar a su país, pues dice que volver a cruzar la frontera no es opción.
“Me quiero ir para Venezuela. Estoy a punto de que me voy para Venezuela regresando por la selva. Me siento muy mal, estoy muy desesperado, ha sido una lucha muy larga”, dice angustiado.
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Pero no es el único varado en estas condiciones en esta ciudad,
Juan, también de Venezuela, es uno de los más de 100 migrantes que fueron detenidos la semana pasada en la Ciudad de México. Fueron subidos a autobuses y trasladados también a Villahermosa. Ahora viven bajo el sol y la lluvia, y botean para sobrevivir.
Juan, su esposa y sus hijos se instalaron en el camellón de la avenida Adolfo Ruiz Cortines, una de las más transitadas de la capital tabasqueña, debajo de la sombra de los árboles.
“Nos subieron en unas combis, nos llevaron a un peaje y luego nos subieron a un autobús grande y nos trajeron a Villahermosa. Nos bajaron aquí sin explicación”, dice sobre su presencia en esta ciudad.
Admite que mucha gente les ha apoyado con comida, pero él necesita juntar dinero para pagar pasajes y reanudar su camino hacia Estados Unidos, donde planea pedir asilo.
“Lo que queremos es avanzar; ya avanzamos, estamos más cerca del norte”, sostuvo.
Otros como él relatan que fueron detenidos mientras viajaban en tren y trasladados a una zona que describen como una prisión.
Fabián Rosales, de 32 años, relata que salió de Honduras el 26 de septiembre pasado, pero antes de llegar a la frontera norte los agentes de migración lo agarraron y lo enviaron a Villahermosa.
Fabián no está solo en esta odisea, pues viaja acompañado por otras 10 personas, incluyendo a tres niños pequeños, uno de los cuales tiene apenas tres meses de edad y es el hijo de su hermana.
Mientras las familias de migrantes hacen lo posible por sobrevivir, cada día llegan más personas al camellón de Ruiz Cortines.
En Villahermosa son pocos los albergues para migrantes que existen. Uno de ellos el Refugio Amparito, que acoge en promedio a 15 personas al día, alcanzando hasta 400 o más al mes. La mayoría de los migrantes que buscan refugio en ese lugar son oriundos de Honduras, seguidos de venezolanos y, en menor número, salvadoreños, haitianos e incluso africanos de países como Senegal y Angola.
Ante esta situación, el gobierno de Tabasco anunció que reubicará a los cientos de migrantes que están siendo abandonados en las calles de Villahermosa por el Instituto Nacional de Migración (INM).
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El gobernador Carlos Manuel Merino Campos (Morena) dijo que se pidió a la delegación estatal del INM un informe detallado de la situación migratoria de los ciudadanos extranjeros, para determinar el apoyo que se les brindará.
“Nosotros el apoyo que les damos es humanitario”, y agregó que en Tabasco “hay de todo tipo de albergues donde pueden guarecerse”, dijo el mandatario estatal.