Tijuana.- Rafael Nava y su esposa fueron algunos de los residentes en Baja California que votaron en la Consulta Popular, pero junto con ellos un familiar, recién deportado, también tuvo que peregrinar para saber si podía o no hacerlo.
“Tengo un familiar recién deportado, trae su identificación consular, estuvimos buscando pero no encontramos a la persona”, explicó Nava.
Para la familia de Rafael fue necesario participar porque consideraron que hacerlo garantiza que los crímenes cometidos por los expresidentes no queden impunes, mientras que su esposa piensa que fue una manera de tomarlos en cuenta ya que en otras administraciones eso no ocurría.
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La apatía se impuso en Baja California durante la consulta popular. En ninguno de los módulos hubo filas, solo alguna que otra persona que llegaba para ejercer su derecho a votar.
Parte de las quejas fueron que no todas las casillas fueron colocadas en la dirección que proporcionó el Instituto Nacional Electoral (INE) en su página oficial, además que en algunos puntos las mesas tampoco fueron instaladas a tiempo.
afcl