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La técnica del fracking para extracción de hidrocarburos ha dejado a su paso por Veracruz instalaciones en operación sin el mantenimiento adecuado, pozos abandonados sin ningún proceso de limpieza y remediación, emisiones continuas de gases tóxicos en zonas densamente pobladas y comunidades sin agua, denunciaron las organizaciones Alianza Mexicana contra el Fracking y Earthworks.
Integrantes de ambas organizaciones recorrieron los pozos ubicados en la zona llamada Aceite Terciario del Golfo y encontraron falta de medidas de protección a la población y al ambiente.
En conferencia de prensa, activistas presentaron un informe en el que establecen que los pozos fracturados de Poza Rica y Papantla, en el norte de Veracruz, se encuentran agotados, lo que ha derivado en problemas de contaminación al agua de la región.
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En el municipio de Papantla existen 738 pozos, de los cuales 169 se encuentran operando (23 por ciento) y 569 abandonados (77 por ciento), mientras que en el municipio de Poza solo son tres pozos y todos se encuentran abandonados.
Denunciaron que los pozos fracturados de Poza Rica y Papantla se encuentran en completo abandono y sin ningún proceso de limpieza y remediación, lo que ha generado diversas afectaciones al entorno natural.
Pozos emiten gases tóxicos
Con el uso de cámaras térmicas, constataron que los pozos fracturados en Poza Rica y Papantla emiten continuamente gases tóxicos en zonas densamente pobladas y comunidades. Gases como el metano, causante del efecto invernadero, así como compuestos orgánicos volátiles COV (benceno, etano, etano y otros).
Las agrupaciones ambientalistas expusieron que los pozos han sido fracturados de 8 a más de 70 veces, cada fractura extiende su vida de semanas a meses; otros pozos tienen crudo a la intemperie con fuertes olor a gas y emisiones ácidas, como el ácido sulfhídrico.
Dicho ácido en bajas concentraciones puede causar irritación de los ojos, nariz o garganta y dificultad para respirar en personas asmáticas, pero en altas concentraciones puede producir pérdida del conocimiento y, en algunos casos, otros efectos permanentes, tales como dolores de cabeza, lapsos de concentración, mala memoria y alteración de las funciones motoras.
Así como contaminan el aire, contaminan el agua, como el pozo Central Turnina, ubicado en la zona de San Andrés, abandonado hace cinco años, que expide gases metano y compuestos volátiles, lo derivó en contaminación por crudo de un pozo de agua que utilizaban varias familias y que ahora, tienen que destinas dinero para comprar agua potable.
Mezclan agua dulce con sustancias tóxicas
Cada pozo sometido a procesos de fracturación hidráulica (fracking) requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua dulce que es mezclada con más de 750 sustancias, muchas de ellas tóxicas (arsénico y benceno, entre otras), con lo que queda irremediablemente contaminada.
En Veracruz hay dos mil 53 pozos fracturados, de acuerdo con la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Asimismo, Alianza Mexicana y Earthworks destacaron que algunos pozos se localizan a una calle de centros escolares, junto a paradas de transporte público, rodeados de comercios y viviendas; otros a unas calles del ayuntamiento municipal y parques públicos y de colonias densamente pobladas.
Y reprocharon que a pesar de que el gobierno federal de Morena anunció desde el inicio de su gestión que la técnica de Fracking o extracción quedaría cancelada, lo cierto es que año con año recibe financiamiento.
Tan solo en el presupuesto de 2024 se contempló una inversión por 4 mil 063 millones de pesos (mdp) para dos proyectos. En 2018 se asignaron 4 mil 283 mdp; en 2019 4,196 mdp; en 2020 7 mil 660, un incremento del 83 por ciento; en 2021 5 mil 409 mdp; en 2022 3 mil 912 y; para este año se asignaron 8 mil 208 mdp.