Santa María Atexcac.— La recolección del tejocote se remonta a tiempos prehispánicos, es más, su nombre viene de la palabra náhuatl texocotl, y aunque las culturas de aquel entonces lo empleaban en remedios contra algunas enfermedades, el ponche navideño es el uso más característico de esta fruta 100% mexicana.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sedar), la producción de tejocote en 2019 fue de 5 mil 521 toneladas y se concentró en seis estados, pero Puebla es el mayor productor, con 90%, puesto que da 5 mil 336 toneladas.
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En Santa María Atexcac, junta auxiliar del municipio de Huejotzingo, se encuentran Berenice y su familia, quienes cooperan en la cosecha con siete toneladas de tejocote.
Ella señala que para obtener un fruto de buena calidad y tamaño, el árbol de tejocote, cuyo nombre científico es Crataegus mexicana, debe tener un promedio de vida de entre seis y siete años.
La temporada de tejocote inicia a mediados de septiembre y termina a finales de enero, subraya Berenice. Ella y su familia recogen el fruto a mano y venden las cajas de 20 kilos desde 300 pesos y hasta los 450 pesos, dependiendo del tamaño.
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En la actualidad distribuyen a algunos mercados de Puebla y también venden en la Central de Abasto de la Ciudad de México; sin embargo, eso llegó después de haber pasado por una crisis debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19.
“Este 2021 la recuperación fue mucho mejor, se defendieron mejor los precios. Mejoró muchísimo la cantidad que se vende”, añade.
Y mientras separa sus tejocotes por tamaño, invita a la gente a consumir la fruta. Si no es en ponche, en remedios contra enfermedades respiratorias o digestivas, como se enseñó en la época prehispánica.
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