Lagunillas.— Para el productor y exportador de aguacate y berries (bayas) de Michoacán, Valentín Rodríguez Gutiérrez, el mes de pausa que logró el gobierno de México, ante la amenaza de Donald Trump para imponer 25% en aranceles, será un periodo de tranquilidad.
Indicó que a partir de la toma de posesión del magnate como presidente de Estados Unidos, productores y exportadores de la región esperaban sólo la ratificación de la amenaza de las tarifas a la exportación de sus productos.
“Había mucha preocupación, pero hoy tenemos un nuevo respiro y esperemos que el equipo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo logre una buena negociación y sigamos exportando como lo hacíamos”, expresó.
![Las tarifas que pudiera imponer Estados Unidos afectarán a consumidores de ambos países 4 de febrero. Foto: Carlos Arrieta / EL UNIVERSAL](https://www.eluniversal.com.mx/resizer/v2/BYH75P3D6RB6JEXFT2YHP23SGI.jpg?auth=b5b43ac069a890eb12319f39f575656e4646b434bb0139d2cab3ddc174a1bdd9&smart=true&height=620)
El empresario michoacano dijo que al conocer el resultado de un primer acuerdo entre ambos países sintieron “un alivio, un descanso y una preocupación menos, al menos por lo que resta de este mes”.
Confió en que se logre un acuerdo definitivo entre ambos países, porque —aseguró— una guerra de aranceles va a perjudicar más a los consumidores estadounidenses y mexicanos, que son los que van a pagar el impuesto.
Expuso que para la industria agrícola de Michoacán sería un duro golpe, porque si los estadounidenses cambian —por un alto costo— el consumo de aguacate o berries, ellos tendrán que reducir la producción y no hay ningún otro país que consuma los altos volúmenes que compra Estados Unidos.
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Una experiencia que no hemos vivido
Valentín Rodríguez, quien es productor de aguacate desde hace 40 años, el cual exporta desde hace 23 años, platicó que en toda su vida nunca había visto una amenaza o una situación tan crítica como la que originó Trump con el anuncio de 25% de aranceles a todos los productos mexicanos.
“Nunca habíamos tenido un fenómeno como este, ni una preocupación como esta, por cómo va a impactar a la industria un arancel. No lo hemos tenido y es una experiencia que no hemos vivido, pero que creo que ya tenemos que aprender a convivir, a tratar y a buscar una manera de cómo lo vamos a resolver”, expuso.
Para el empresario, es prioridad encontrar la forma de seguir con la producción, si es que en su momento tuvieran que bajar los volúmenes de exportación.
“Por ejemplo: en el tema del aguacate, es un volumen muy grande [el que se produce] que solamente un mercado como el de Estados Unidos puede consumir, y si no tuviéramos la apertura de Estados Unidos, estaríamos en una crisis muy seria toda la industria de ese producto”, señaló.
Recordó que los aranceles hacen a productores y exportadores menos competitivos.
“Y tenemos algunas ventajas importantes, pero el arancel, finalmente lo van a pagar los consumidores de allá, de Estados Unidos, y de acá, de México, si es que los países entran en una guerra de aranceles. Tanto habrá inflación en Estados Unidos, como en México”, advirtió Rodríguez.
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“Entonces, sí había un nerviosismo y preocupación, pero confiamos en que este mes que dieron de respiro a la implementación de los aranceles se logre un buen acuerdo, una buena negociación y sigamos teniendo un comercio como el que hemos tenido durante los últimos 30 años”, insistió.
Un producto competitivo
Dijo que si bien el anuncio de Trump da pie a las especulaciones que impactan el precio del producto, de igual modo es importante seguir trabajando.
Consideró que, en este caso, lo que tienen que hacer todos los empresarios de productos agropecuarios es estar al nivel de las expectativas de los consumidores, con la calidad, con la inocuidad, con las normas regulatorias que establecen los programas y los tratados binacionales.
“Por ejemplo, en el caso del aguacate mexicano, Corea del Sur tiene un arancel de 30% y seguimos exportando; no en los volúmenes que quisiéramos, pues no competimos todo el año”.
Valentín Rodríguez explicó que Perú saca a los productores de aguacate de otros países del mercado surcoreano porque Corea del Sur no impone aranceles a ese país. “Y nosotros solo tenemos exportaciones a Corea de octubre a marzo, que es cuando no hay producción de aguacate en Perú, pero después tenemos que salir, porque ya no somos competitivos y ese es un ejemplo de lo que pudiera pasar en Estados Unidos”.
Previó que en un escenario en el que se llegara a encarecer mucho el producto mexicano, el consumidor va a preferir el peruano, el colombiano, el chileno o de otros orígenes que tienen puestos los ojos en el mercado y el consumidor de Estados Unidos.
“Eso sí es para preocuparnos y ocuparnos de qué es lo que tenemos qué hacer, entre otras cosas, eficientar nuestro proceso, para que el consumidor finalmente tenga un producto de calidad y si va a pagar más por el arancel, tenga un aguacate de calidad y no lo haga cambiar de consumir un producto mexicano por uno de otro país.
Confirmó que el envío de aguacate para cubrir la demanda del Super Bowl nunca estuvo en riesgo, porque las toneladas requeridas fueron enviadas desde hace unas semanas a Estados Unidos.