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La mañana de ayer fue sepultado el aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la alcaldía de Atoyac, Adolfo Serna Nogueda, asesinado la noche del 31 de diciembre.
En la iglesia de la cabecera municipal, familiares y militantes del tricolor acompañaron a la familia del político. Después de una misa fue enterrado en el panteón local.
Adolfo Serna, según los priístas, era uno de los personajes más fuertes para convertirse en el candidato del Revolucionario Institucional a la alcaldía de Atoyac, ubicado en la Costa Grande de Guerrero.
El priísta tenía 35 años y era propietario de la empresa constructora Papanoa, la cual era una de las principales prestadoras de servicios del ayuntamiento de Atoyac.
A Adolfo Serna lo asesinó un grupo de hombres cuando llegaba a su domicilio, en el centro de Atoyac, la noche del 31. El joven priísta recibió tres impactos de bala calibre 45 y .9 milímetros.
Al sepelio asistió el alcalde Damaso Pérez Organes, quien exigió que se esclarezca el crimen e informó que se reunió con mandos militares y de la Policía Estatal para reforzar la seguridad en esa localidad.
Atoyac forma parte del territorio que se disputan seis bandas criminales: Los Caballeros Templarios, Los Viagras, Guardia guerrerense, Sangre nueva guerrerense, Los Granados y Los Rodríguez.
Más crímenes; piden justicia. Ahí mismo, en la Costa Grande, se ubica el municipio de Petatlán, donde el pasado 28 de diciembre asesinaron al presidente municipal, el perredista Arturo Gómez Pérez.
De acuerdo con el reporte policiaco, un hombre esbozado le disparó en tres ocasiones cuando se encontraba en un convivio con compañeros de generación. Arturo Gómez era considerado como puntero en las encuestas en la siguiente elección, donde ya había manifestado su intención de reelegirse.
En noviembre de 2017, en Quechultenango asesinaron a tiros al ex candidato a la alcaldía de ese lugar, Arturo Solano, quien también había manifestado su intención de competir nuevamente por ese puesto.
Quechultenango, según informes de la Fiscalía General del Estado (FGE) es el bastión del grupo delictivo Los Ardillos que encabezan los hermanos del ex presidente del Congreso de estado, el perredista Bernardo Ortega Jiménez.
Por su parte, el gobernador Héctor Astudillo Flores (PRD) pidió a esa dependencia que no descarte ninguna línea de investigación en el asesinato de alcalde de Petatlán y del aspirante a la alcaldía de Atoyac.
Astudillo Flores dijo que estos asesinatos van a complicar el ambiente electoral, pero también afectarán otros sectores de Guerrero.
El sábado los dirigentes estatales del PRD, PAN y Movimiento Ciudadano exigieron al fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez, que renuncie por la falta de resultados.
Además, pidieron al gobernador que también se plantee la posibilidad de cambios dentro de su gabinete, sobre todo, en la Secretaría de Seguridad Pública, que encabeza el general Pedro Almazán Cervantes.
