Cuernavaca, Mor.- El secretario de Seguridad Pública en Morelos, Miguel Ángel Urrutia Lozano, anunció una depuración en el sistema penitenciario estatal, luego de la persistencia de actos de corrupción por parte de personal de custodia.
“Todos esos actos de corrupción se tenían toda la vida. Se calcula que las autoridades anteriores recibían al menos 16 millones de pesos mensuales por ingresos ilegales que dejaban en el Centro Estatal de Reinserción Social con las dádivas de más de 2 mil internos”, dijo Urrutia Lozano.
Como ejemplo de los actos de corrupción, citó el caso de una custodia que pretendió ingresar un teléfono móvil en una torta con mayonesa, lo cual violenta el reglamento y trastoca el programa que inició esta administración para detener el flujo de teléfonos hacia el interior de los penales y cárceles distritales del Estado.
“Esto es uno de los casos porque la punta del iceberg empezó desde hace cinco meses. Hoy tenemos diversos procedimientos penales por falsificación de documentos del IMMS de licencias médicas, y viene una depuración en el sistema penitenciario estatal”, dijo el jefe policiaco en conferencia de prensa.
Otra custodia también intentó ingresar un teléfono móvil dentro de un calcetín, pero fue detectado en el filtro de Aduana de Personas al momento de revisar sus pertenencias.
Un tercer custodio pasó por el mismo filtro y antes de ser descubierto en el proceso de revisión sacó de entre sus pertenencias un teléfono celular y lo entregó al personal del Grupo Especial de Supervisión Penitenciaria, responsable de la revisión.
Los equipos decomisados y los elementos infractores fueron puestos a disposición de Asuntos Internos para el análisis de la autoridad administrativa.
El jefe policiaco afirmó que la depuración en el sistema penitenciario es un hecho pero debe esperar el egreso de la nueva generación de custodios que se encuentra en la academia.
“Desde nuestra llegada estamos combatiendo los actos de corrupción, y como ejemplo puedo decir que al inicio de este Gobierno, en octubre de 2024, el penal de Atlacholoaya tenía únicamente cinco cámaras de videovigilancia y ahorita hay 239 y hacen falta 150. Además estamos haciendo la limpieza de los alrededores del penal porque detectamos que desde afuera arrojaban teléfonos móviles”, dijo Urrutia Lozano.
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