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Villahermosa.— Tras asegurar que ser gobernador de Tabasco ha sido el mejor y más honroso cargo público de su vida, Arturo Núñez Jiménez, presentó su sexto y último Informe de Gobierno, y afirmó que la crisis petrolera de 2014 marcó su administración al impedir que se concretaran algunos proyectos; asimismo reconoció la deuda pendiente en materia de seguridad, al no bajar algunos delitos.
Ante cerca de mil invitados, entre ellos el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, quien acudió en representación del presidente Enrique Peña Nieto, el tabasqueño destacó que durante su gestión el principal objetivo fue contrarrestar la inseguridad.
Detalló que en lo que va de 2018 la incidencia disminuyó con respecto a 2013 en los delitos de secuestro, extorsión, robo de comercio y violación, entre otros.
Sin embargo, reconoció su insatisfacción con los resultados, sobre todo en delitos como los homicidios dolosos y robo de vehículos, entre los de mayor impacto social.
Previo a este mensaje que dirigió en el Centro de Convenciones, el secretario de Gobierno, Rosendo Gómez Piedra, entregó al Congreso local el documento donde informa de manera detallada los avances y logros de este último año de su gestión.
Durante la sesión solemne del Poder Legislativo, la diputada de Morena, María Félix García Álvarez, tomó la tribuna y protestó en contra del perredista.