Apatzingán.— Son muchos los factores que originan que se disparara el precio del limón y del aguacate en el mercado nacional . Unos fueron las condiciones climatológicas y otros, los más, provocados por el crimen organizado que controla parte de la actividad agrícola .
En unos casos, la delincuencia cobra derecho de piso y cuotas ; en muchos más controla el mercado y, en algunos, asesina o desaparece a quienes no acceden a sus exigencias.
Es decir, la cadena productiva de ambas frutas se ha teñido de rojo en todos sus eslabones, desde un cortador hasta un gran empresario son víctimas.
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La extorsión a productores
En el caso del limón, la escasez de producto por condiciones climatológicas y las extorsiones a toda la cadena productiva se conjugaron con otros factores para que el precio de este producto se disparara hasta 90 pesos el kilo en algunas partes del país.
Esa escasez se agudizó por la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación ( CJNG ) y Cárteles Unidos en los municipios de Aguililla y Buenavista, así como sus ataques en Tepalcatepec .
Productores de Tierra Caliente , donde se concentra la mayor producción del cítrico, estimaron que en esa zona del Valle de Apatzingán más de 8 mil hectáreas fueron abandonadas.
Foto: Carlos Arrieta. EL UNIVERSAL.
Contaron que la guerra entre organizaciones criminales provocó que el cultivo de limón en Aguililla fuera abandonado por las familias productoras.
Los limoneros denunciaron que fueron despojados de sus tierras y huyeron para salvar la vida y la de sus familias, por lo que esas cosechas se perdieron.
En Tepalcatepec, otro municipio afectado, corrieron la misma suerte, ya que la mayor parte de cultivos del cítrico están concentrados en zona de guerra.
Loma Blanca, Cansange, El Bejuco y La Romera son algunas de las comunidades ubicadas en esa área controlada hasta el sábado pasado por el CJNG.
Para un productor de la región, quien pidió el anonimato, la inseguridad es uno de los principales factores que provocaron la escasez del producto, junto con el mal clima.
“La inseguridad es el motivo principal, ya que se quedaron sin producir unas 8 mil hectáreas sólo en esta zona. Eso es lo que nos está matando.
“Otra de las cosas que nos está pegando es el aumento en los insumos, como el fertilizante, plaguicidas y demás, por los bloqueos criminales”, agregó.
En su caso, explicó, sólo en la comunidad donde vive, la criminalidad les cortó hasta la luz por casi cuatro semanas y los despojó de sus tierras.
“Ese trabajo de años ahorita está en el abandono y eso con suerte, porque hubo quienes no se quisieron salir y les quemaron sus cultivos”, denunció.
En Apatzingán , otro de los productores relató que el crimen organizado controla esos insumos, la producción, la comercialización, el transporte y hasta los días de corte.
Además, dijo que continúan las extorsiones y el pago por derecho de piso impuestos por la organización criminal que controla cada zona de esa región.
El empresario ventiló que los criminales provocaron la escasez del producto en el mercado nacional para que se disparara el precio y obtener más ganancias a través de los tributos.
Enfatizó que, en ese sentido, los delincuentes redujeron de tres a dos días las jornadas de corte, para que hubiera menor producto en el mercado.
Denunció que la Asociación de Citricultores de la región solamente está de adorno, “pues la está manejando usted sabe quién: la delincuencia.
“Como ellos [cárteles] también tienen huertas, deciden el precio. Todo nos cobran. Nos cobran a todos una cuota, se la cobran también al patrón”, subrayó.
Explicó que eso fue una acción que tomaron quienes controlan el mercado del limón, luego de que vieron la oportunidad de encarecer el producto.
Mencionó que el precio ya se había disparado en una primera instancia, porque hubo muchas lluvias el año pasado que acabaron con la flor de limón.
“Fue un aprovechamiento para todos; todos nos beneficiamos, pero más los que tuvieron fruta. Yo tuve mucha fruta, pero toda la estuve sacando en precio de seis o siete pesos. Cuando se empezó a disparar, ya había mucha escasez”, contó el empresario.
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La crisis en la producción del limón ya se había avizorado en ese sector agrícola, golpeado nuevamente con mayor agudeza desde hace dos años.
Apenas el 12 de enero fue asesinado a balazos un reconocido empresario de la industria del limón, en Apatzingán.
Eduardo Aldaz fue atacado dentro de una de sus huertas, ubicadas en la orilla de esa ciudad de Tierra Caliente, donde quedó herido. Más tarde murió.
Días después asesinaron a cuatro cortadores de limón en los límites de Aguililla y Buenavista, donde también reportan jornaleros desaparecidos.
La situación, para los productores y empacadores, así como para los jornaleros, encendió la alerta, ya que la tomaron como una advertencia.
Los hechos ocurrieron cuando un grupo de limoneros había alzado la voz ante autoridades estatales y federales sobre el tema de la escasez y la violencia. Ahora, dicen, dependen de las decisiones de las organizaciones criminales o que el Estado actúe.
Secuestros y robos
Luis Alberto Carranza Meza fue privado de la libertad por un grupo armado, el pasado 8 de noviembre, sobre la carretera Los Reyes-Zamora .
Uno de sus ayudantes lo acompañaba esa mañana, pero fue liberado tres días después de ser privados de la libertad; sin embargo, Alberto ya no regresó.
Saida, la hermana de la víctima, contó a EL UNIVERSAL que en las zonas aguacateras de la región Uruapan han sido ya muy constantes los ataques contra los productores.
Aseguró que la producción de aguacate se ha convertido, de nuevo, en un blanco para el crimen organizado.
Sobre su hermano, dijo que la denuncia penal la presentaron 15 días después de la última vez que supieron de él, pues tenían la esperanza de que lo liberaran.
Hasta ahora, casi tres meses después, nadie les ha llamado para decirles que lo tienen y tampoco para pedirles rescate.
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Se extiende el temor
El pasado 24 de enero, Ricardo Alcántara Sandoval y Antonio Rojas Alvarado, de 27 y 69 años, respectivamente, ambos dedicados a la compra-venta de aguacate , también fueron privados de su libertad por un grupo armado en la comunidad de Nuevo Zirosto, municipio de Los Reyes.
Los pobladores bloquearon por varios días las carreteras para exigir a las autoridades que intensifiquen la búsqueda.
Foto: Carlos Arrieta. EL UNIVERSAL.
A ello se sumó el secuestro de tres empresarios aguacateros de la región de Uruapan; de ellos sigue retenido y dos ya fueron liberados tras pagar una fuerte suma de dinero para su rescate.
Esa no es la única presión. También son constantes los ataques a empacadoras, huertas y trabajadores de ese sector agrícola y comercial en las regiones de Uruapan y Ario de Rosales.
Saúl Talavera, jefe de cuadrilla de cultivo, corte y acarreo de aguacate en Peribán y otros municipios de la región Uruapan reveló que sí sienten temor de salir a trabajar, ahora que regresó la violencia contra el sector.
“Tenemos mucho temor. En este trabajo sabes cuándo sales, pero no cuándo regresas, y más como están las cosas.
“Nosotros somos los últimos de la cadena, pero [los criminales] a veces sí nos toman como lo primordial. El riesgo es cuando sales a carretera, no sabes qué va a suceder en el camino”, dijo.
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Aumentan costos
Juan Carlos Calvillo confirmó que el sector aguacatero pasa por un momento de violencia e inseguridad , lo que abonó a que se disparara más el precio.
El especialista indicó que una de las causas que dispararon el precio del aguacate fueron las heladas, lo que provocó que hubiera una escasez de producto en el mercado nacional y que el precio sufriera una primera alza.
A eso, expuso, se sumó la violencia, gente secuestrada, desaparecida y bloqueo de caminos.
Calvillo agregó que en distintas regiones de Michoacán aumentó el robo de camiones cargados con aguacate que el crimen organizado comercializa de manera clandestina.
Contó que esa fruta muchas veces es de calidad de exportación y que eso, además de la escasez, hace que el producto sea más caro, porque la delincuencia obliga a los comerciantes a comprarles ese producto robado a costos elevados.
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“Sí repercute, porque se roban los camiones y esa fruta con la que contaba el empaque ya no llega al destino y eso hace que se encarezca más, porque el empaque tiene que hacer otra recolección y eso genera más costo para la comercializadora”, dijo.
Consultados al respecto, productores de Uruapan y de Ario de Rosales, quienes pidieron el anonimato por motivos de seguridad, revelaron que el robo de camiones es en represalia porque no han accedido a las extorsiones del crimen organizado.
Además, de cara a la edición LVI del Super Bowl , los productores y empacadores de aguacate enfocan toda su fuerza en abastecer al mercado estadounidense, que durante este evento hace su mayor consumo del año.