Juchitán. – Este viernes fueron cremados los restos de una pequeña migrante de dos años de edad, nacida en Perú, pero de padres venezolanos, quien falleció atropellada cuando caminaba con su familia sobre la carretera Panamericana, el pasado lunes 30 de octubre.
Hija de padres venezolanos, que como muchos extranjeros de Centro y Sudamérica abandonan sus países en busca de mejores condiciones de vida, la pequeña fue despedida en una funeraria de Tehuantepec, en medio del dolor y llanto de sus familiares.
Lee también Hallan sin vida a hermano de niña rastreadora
La cremación de los restos de la menor ocurrió casi un mes después de su muerte debido a que sus familiares esperaban la ayuda gubernamental para cubrir el costo del servicio funerario que ascendió a 15 mil pesos y que finalmente tuvo que ser cubierto por las autoridades migratorias.
Con las cenizas de la pequeña, sus padres y cuatro hermanos más permanecerán en el albergue “Hermanos en el Camino”, de Ciudad Ixtepec, en espera de que el Instituto Nacional de Migración (INM), les otorgue visas humanitarias y puedan continuar su viaje hacia Estados Unidos.
Menor africano sepultado en Tehuantepec
En tanto que el menor africano, originario de Guinea, quien falleció el 8 de noviembre pasado en una acera frente a la central camionera de primera clase de Juchitán, mientras dormía con su madre, fue sepultado el 14 de noviembre en el panteón de Tehuantepec.
La inhumación del menor contó con el apoyo económico de la Oficina Africana de Inmigración y Asuntos Sociales (ABISA, por sus siglas en inglés), contactada por el cónsul de Senegal en México, Abdoulaye Diop.
Nueve extranjeros han fallecido en el Istmo
Con el fallecimiento de ambos niños, suman en total nueve migrantes los fallecidos mientras cruzaban el Istmo de Tehuantepec en este año.
Cuatro de ellos era de África, tres de Burkina Faso y uno de Guinea, sepultados en el panteón de Ciudad Ixtepec.
Unos más de Haití, que permanece en una funeraria, atropellado cuando caminaba sobre la carretera Panamericana, entre Tapanatepec y Zanatepec, y dos cubanos que fallecieron tras el naufragio de la lancha en que viajaban en las cercanías de San Francisco Ixhuatán.