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Salina Cruz.- Tres días después de la masacre de 15 indígenas Ikoots en Huazantlán del Río , comunidad de San Mateo del Mar, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) concluyó con la entrega de los cuerpos de las víctimas, quienes fueron torturadas y quemadas vivas, a los familiares para sepultarlos bajo el rito fúnebre de su pueblo.
Además, a través del diálogo con los grupos que disputan el control del municipio, se logró que a partir de hoy se realicen los sepelios en los panteones municipales; esto después de que se denunciara que se había ordenado no abrir la iglesia ni los panteones, además que se amenazó a los rezadores de la comunidad para que no realizaran los ritos funerarios.
Ante la prohibición que les impedía entrar con los féretros, los familiares de las 15 víctimas fueron escoltados por patrullas de la policía estatal y de la Guardia Nacional hasta sus hogares, además de que se mantiene el operativo policíaco en la zona para garantizar la paz, después de la tragedia que dejó confrontado y dividido a San Mateo del Mar.
La tardanza en la entrega de cuerpos, según la Fiscalía, se debió a que hasta la tarde del martes, sólo se tenían identificados a siete de las 15 personas asesinadas, pues muchas estaban desfiguradas o quemadas; además de que los habitantes de San Mateo no pudieron salir de la comunidad por miedo y se dificultó la identificación ante la falta de señal telefónica para monitorear a sus desaparecidos.
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La masacre, que dejó 15 muertos, se considera la más grande que se ha registrado en el estado de Oaxaca, y el conflicto detrás de ella comenzó desde el 2016, cuando en esta comunidad que se rige por Usos y Costumbres no se reconoció a las autoridades municipales por las serie de anomalías detectadas en la elección municipal, como fraude, compra de votos, entre otras.
Después de varias elecciones extraordinarias y desconocimiento de los presidentes municipales que iban sucediéndose, ligados al PRI y al constructor Jorge Leoncio Arroyo, de parte de las asambleas del pueblo y autoridades comunitarias, la problemática política y social comenzó a desbordarse el 3 de mayo con una confrontación en un retén sanitario por Covid -19 que dejó varios heridos y un muerto de parte de la Unión de Agencias y Comunidades Indígenas Ikoots, grupo opositor al presidente municipal Bernardino Ponce Hinojosa.
La situación se incrementó cuando este domingo 21 de junio los habitantes de San Mateo del Mar y sus agencias, contrarios al presidente municipal, fueron atacados en un retén sanitario en La Reforma. Después, ese mismo día por la noche, se concentraron en la agencia municipal de Huazantlán del Río que estaba tomado por seguidores del presidente, y se confrontaron a balazos, piedras, palos y machetes.
La Fiscalía confirmó a EL UNIVERSAL que se desechan las versiones de que existieran dos víctimas por este hecho.
afcl/ed