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Culiacán.— Con el eslogan “Culiacán valiente”, en una reflexión colectiva de resiliencia y al ritmo de la tambora, alrededor de un millar de jóvenes, hombres y mujeres ataviados con camisetas blancas marcharon ayer para pedir por la paz y desterrar los miedos y la zozobra que dejó el fallido operativo militar para capturar a Ovidio Guzmán López.
Activistas, funcionarios, políticos y familias completas se concentraron en la explanada del estadio de futbol de los Dorados, donde iniciaron una larga marcha por el bulevar Enrique Sánchez Alonso, del Desarrollo Urbano Tres Ríos.
Esta zona fue de los principales escenarios de la violencia que se desató el pasado jueves 17 de octubre, cuando fuerzas federales intentaron detener al hijo de Joaquín El Chapo Guzmán en dicho fraccionamiento y que dejó un saldo de 13 muertos, 16 heridos, más de 60 vehículos robados e incendiados, además de la fuga de 47 reos.
Sin embargo, ayer los manifestantes tomaron las calles en esa zona de Tres Ríos y desfilaron bajo los acordes de la banda, sin tintes políticos ni mensajes de reproche a las autoridades por la jornada negra que se registró en la capital del estado. Y como símbolo de fiesta, al inicio dos hombres realizaron la “Danza del venado”.
Alberto Kousuke, neurólogo y uno de los miembros del colectivo Culiacán Valiente, afirmó que esta marcha tuvo como objetivo desechar el estrés y eliminar la sicosis que se vivió la tarde de aquel jueves 17 en varios puntos de la capital del estado.
“Los espacios públicos deben ser recuperados por los ciudadanos, en un ejercicio conjunto por dejar atrás los miedos y la incertidumbre de lo vivido”, consideró el neurólogo y activista.
En el contingente de la marcha se integraron mujeres rastreadoras, quienes portaron una larga manta con el texto: “No más desaparecidos” y exhibieron los retratos de sus seres queridos que están extraviados, como es el caso del policía municipal de Culiacán Yosimar “N”, entre otros.
Otro grupo de jóvenes vistieron playeras blancas con una franja amarilla en el pecho y la leyenda “Culiacán valiente”, además portaron pancartas con los mensajes “Culiacán despierta”, “No nos detendrán; de aquí somos, aquí nos quedamos”, entre otros.
También entre las personas que se sumaron a la manifestación estuvo Jesús Estrada Ferreiro, alcalde de Culiacán, junto con varios de los miembros de su gabinete; el secretario de Seguridad Pública y Tránsito, Óscar Quinto Marmolejo, además de diputados federales y locales de varios partidos políticos.
Antes de iniciar la movilización, el alcalde de Culiacán envió un video por redes sociales en el que recomendó a los participantes abstenerse de emitir proclamas políticas o condenas durante la movilización. Ya en la manifestación, el munícipe dijo que él acudía como un ciudadano más y siguió marchando entre la multitud.
Durante el recorrido, los asistentes pasaron frente a las oficinas de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde se guardó un minuto de silencio para honrar la memoria de los inocentes que perdieron la vida el jueves negro.
Pero durante todo el trayecto, los participantes parecía que iban de fiesta con el sonido de la banda.
La marcha terminó en la rivera de los ríos Culiacán, Humaya y Tamazula, sin incidentes y en un ambiente de fiesta, pues artistas plásticos escritores, músicos y sicólogos brindaron talleres a los asistentes, además de que mimos y músicos amenizaron la velada de paz.