Durante la temporada de lluvias de este año, la mayoría de las del país recuperaron sus niveles de agua; no obstante, estados del norte como Chihuahua y Sonora siguen con problemas de sequía que repercuten en la economía de las familias.

Expertos señalan que, aunque las presas entran en buenos niveles, esto no garantiza que, una vez llegado el estiaje en el mes de mayo de 2025, puedan mantenerse en condiciones que cubran las necesidades de la población, tanto en materia agrícola como industrial.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), de estas presas, 35 se encuentran con más de 100% de su capacidad, entre las que destacan la presa Tampico, en Tamaulipas, con 128%; El Azúcar, también en este estado, con 125%, y la presa Tomatlán en Jalisco con 118%, de acuerdo con datos hasta el 22 de octubre.

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En tanto, 90 presas presentan niveles arriba de 70% de su capacidad, como Tecomán, en Colima, con 100%; Jalpan, en el estado de Querétaro, con 99%; El Caracol, en Guerrero, con 97%; Peñitas en Chiapas, con 83%, entre otras.

Sin embargo, 20 presas se encuentran por debajo de 20% de su totalidad, destacando dos estados, Chihuahua con cuatro y Sonora con seis con bajos porcentajes, una de ellas es Hermosillo que tiene 0%. Mientras que en Michoacán la presa De Gonzalo cuenta con sólo 1%.

De junio a octubre, la presa La Boca, ubicada en Santiago, NL, ha sido desfogada al menos cuatro veces; se encuentra a 102% de su capacidad. Foto: de EMILIO VÁZQUEZ. EL UNIVERSAL
De junio a octubre, la presa La Boca, ubicada en Santiago, NL, ha sido desfogada al menos cuatro veces; se encuentra a 102% de su capacidad. Foto: de EMILIO VÁZQUEZ. EL UNIVERSAL

Gran año para el sector agropecuario

Después de años de sequía en Aguascalientes, en 2024 se llenaron cuatro de los embalses más importantes del estado, dos registran niveles que superan 60 y 70%, aunque la presa Plutarco Elías Calles, la más grande, tiene 17% de su capacidad.

Las represas con niveles más altos son Niágara (101%), La Codorniz (97%), Media Luna (71%), que se encuentran en Calvillo; El Jocoque (96%), Cincuenta Aniversario (96%), Potrerillos —derivadora— (62%) y Abelardo Rodríguez (35%), de acuerdo con el reporte de la Conagua.

Mientras, la presa de Malpaso está con 50%; la del Saucillo, en Rincón de Romos, tiene 80%; la presa del Chichimeco, en Jesús María, casi al 100%, lo mismo la de San Blas.

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“Ya están algunas llenas, otras a tres cuartos, otras al 80%; varias sí alcanzaron a llenarse e inclusive a desbordar; nos preocupa un poco lo de la presa Plutarco Elías Calles, que es la más grande y que no llega a 20% de agua, con relación a su capacidad, además tiene un número importante de hectáreas, de familias que dependen de ella”, comentó Isidoro Armendáriz García, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial.

Señaló que este año será muy venturoso para el sector agropecuario en la producción de alimentos y para la ganadería por el buen temporal, a diferencia de 2022 y 2023.

“Los productores están en un alto nivel de moral y de entusiasmo porque tenemos en Aguascalientes aproximadamente 80 mil hectáreas cultivables, tenemos más de temporal, pero las cultivables son 80 mil y fácilmente 80% fueron cultivadas”, mencionó.

Algunas tierras de temporal comenzaron a producir y “va a ser un año muy venturoso, va a ser un año con muy buena contribución del sector agropecuario en la producción de alimentos, tanto para ganado como para consumo humano local”, comentó Armendáriz García.

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“Hay suficiente agua para los cultivos”

En Morelos, el director general del Organismo de Cuenca Balsas de la Conagua, Andrés Eduardo Galván Torres, informó que el estado recibió abundante agua en el último temporal, incluso 15% adicional, conforme a los datos de la media histórica que consideran registros de aproximadamente 30 años.

“Esta es una buena noticia porque la precipitación habitualmente coincide en el llenado de acuíferos, de almacenamiento o presas pequeñas y grandes. En el caso de Morelos la Conagua monitorea 19 almacenamientos principales que en conjunto tienen una capacidad de 53.8 millones de metros cúbicos de almacenamiento, y en la actualidad está al 100% esa capacidad”, comentó.

En su opinión, hay una excelente perspectiva para los ciclos agrícolas porque los dos grandes sistemas de almacenamiento en Morelos están con una gran capacidad. Uno de ellos es la presa de El Rodeo, situado en el municipio de Miacatlán, con una capacidad a 70%.

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El otro sistema de almacenamiento son las dos presas de Carros Cayehuacán, ubicado en el municipio de Axochiapan, oriente del estado, cuya capacidad conjunta de almacenamiento es de cerca de 20 millones de metros cúbicos. El resto son pequeños almacenamientos que en suma con las tres presas alcanzan los 53.800 metros cúbicos de agua.

Galván Torres dice que con ese nivel de almacenamiento habría agua suficiente para los cultivos de riego, pero lo importante es siempre hacer uso racional del recurso.

“Uso adecuado para su conservación”

Para Guanajuato, estado que padece una crisis hídrica, las lluvias recibidas de junio a septiembre favorecieron la recuperación de las principales presas, que en promedio se encuentran a 92% de su capacidad.

Sin embargo, el sistema de monitoreo de presas de la Comisión Nacional del Agua muestra contrastes en la entidad por embalses rebasados en su capacidad y otros que están abajo de 50% o de 25%.

La Presa Solís, la más grande de la entidad, tiene un nivel de almacenamiento de 107%, y la Presa Tepuxtepec de 113%, con lo cual ha sido necesaria la realización de desfogues controlados.

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En otros embalses las precipitaciones fueron insuficientes para llenarlos, entre ellos la Presa del Palote de León, que este año se secó por completo, y ahora tiene 22% de su capacidad, mientras que el año pasado su almacenamiento fue de 10%.

El agua de esta presa se destina al abasto de 5% de los hogares leoneses, y se encuentra en el corazón del Parque Metropolitano de León, instituido como zona de recreación, deportiva y turística.

Un factor que impidió que la presa mejore sus niveles de agua fue una acción irregular de personas que desviaron el líquido que baja de los cerros para beneficio personal.

El reporte hidrometeorológico de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente de Guanajuato, con base en información de la Conagua, muestra que el nivel de almacenamiento de la Presa de Tepuxtepec es de 113%, contra 67% que registró en 2023; la Presa Solís con 108% contra 41.8% del año pasado; Laguna de Yuriria de 80%, en tanto que el ciclo anterior captó sólo 16%.

La Presa Ignacio Allende está con 45%, La Purísima con 56%, La Soledad con 86%, La Esperanza 99%, La Golondrina tiene 97%, mientras que la Peñuelitas tiene 10%.

Con exceso de agua y falta de infraestructura

En Nuevo León, de acuerdo con las autoridades, la tormenta tropical Alberto acabó con la sequía que el estado mantenía, pero también, el exceso de agua en las presas obligó a 13 desfogues y colapsó la infraestructura hidráulica en algunas zonas del Área Metropolitana de Monterrey.

De junio a octubre, la Presa Rodrigo Gómez, conocida como La Boca, ubicada en el municipio de Santiago, al sur del estado, ha sido desfogada al menos cuatro veces, al igual que El Cuchillo, la más grande del estado. La presa Cerro Prieto lleva cinco desfogues.

Al corte del 22 de octubre, el Organismo de Cuenca Río Bravo de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) reportó que Cerro Prieto tiene 113% de su capacidad, La Boca mantiene 102% y El Cuchillo 102%.

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Antes de la tormenta, las tres presas que abastecen a Nuevo León se encontraban entre 5% y 10% de su capacidad, cantidad que mantuvieron durante casi una década por la falta de precipitaciones.

La situación alivió la crisis hídrica de la entidad, que se presentó durante 2022 y parte de 2023, con el desabasto de agua potable en la Zona Metropolitana. Sin embargo, aunque el llenado de las presas suponía que los hogares regiomontanos tendrían agua potable en su totalidad, la contingencia meteorológica evidenció la falta de mantenimiento a la infraestructura hidráulica del estado.

Cambio climático altera lluvias

El director general del organismo de cuenca Frontera Sur de la Conagua, Felipe Irineo Pérez, reconoció que el cambio climático alteró la temporada de lluvias en Chiapas y como consecuencia, las cuatro presas hidroeléctricas asentadas en el río Grijalva resintieron la sequía durante los recientes dos años.

“La sequía ha sido evidente. No ha habido muchas lluvias, tanto en 2023, como parte del año actual, que bajaron los niveles de las presas, cuya función es producir energía eléctrica”.

Indicó que “bajaron tanto La Angostura que es un embalse, como el de Malpaso a 26% de su capacidad, a una cuarta parte. No trajo ninguna repercusión debido al control de las presas y la programación de cuánto y cuándo deben turbinarse o desfogarse. No hubo escasez para las presas ni los cultivos, se ha controlado el llenado suficiente para que los ríos tengan agua para las tomas que existen para uso doméstico”, aseguró.

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La presa La Angostura, en el municipio de Venustiano Carranza, tiene 59% de su capacidad, mientras la central hidroeléctrica Malpaso, construida en el actual municipio de Mezcalapa, tiene 54% de llenado.

En Chicoasén está la presa Manuel Moreno Torres, con niveles actuales de 88%, y la presa Peñitas, en el municipio de Ostuacán, con 83% de su capacidad.

“No se ha resuelto la sequía”

Para el ambientalista Marco Antonio Moreno Gaytán, aunque las presas de Hidalgo se encuentran en buenos niveles, esto no garantiza que, una vez llegado el estiaje en el mes de mayo de 2025, puedan mantenerse en condiciones que cubran las necesidades de la población, tanto en materia agrícola como industrial.

De acuerdo con la Conagua, los cuerpos de agua más relevantes del Sistema de Aguas del Valle de México y la zona sur del estado se encuentran en un porcentaje global de almacenamiento de 100%. Las presas presentan los siguientes niveles: Taxhimay, 99%; Requena, 100%; Endhó, 98%; Rojo Gómez, 83%, y Vicente Aguirre, 99%. Asimismo, se informó que la presa La Esperanza tiene un porcentaje de almacenamiento de 100%, mientras que la hidroeléctrica Zimapán alcanza 99%.

Estos niveles garantizan a las comunidades cercanas la disponibilidad de agua para actividades agrícolas e industriales.

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Moreno Gaytán resaltó que, aunque los porcentajes actuales son alentadores, no se puede asegurar que haya suficiente agua para los próximos meses, ni que se haya resuelto la sequía que ha afectado a la región en los últimos cinco años.

Finalmente, el ambientalista indicó que la planificación hídrica y el desarrollo del estado deben hacerse considerando el cambio climático. “Ya no estamos en los años 80, cuando se podía ignorar o negar el cambio climático. No hacerlo ha llevado a graves equivocaciones en esta materia”, concluyó.

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