Más Información
Sindicato de controladores aéreos alerta por malas condiciones en infraestructura y comunicaciones; denuncia además falta de pagos
Se estrella avión de Jeju Air en aeropuerto de Corea del Sur y reportan al menos 177 muertos; sigue aquí el minuto por minuto
VIDEO: Así fue el momento en que el avión de Jeju Air se estrella en Corea del Sur; iban 181 personas a bordo
Líder de MC en Michoacán pide investigar a Anavel Ávila, alcaldesa de Coalcomán; la edil agradeció a “El Mencho” y al CJNG por juguetes
“¡Arráncate, Coalcomán!”; así fue la campaña de Anavel Ávila, ligada al “Mencho”, con Movimiento Ciudadano
El funeral de los hermanos Ana Karen, Luis Ángel y José Alberto González Moreno se realizó la noche del martes, mientras miles de personas protestaban en las calles de Gudalajara por su asesinato; después de despedirlos, la mañana de este miércoles unos 200 amigos, familiares y compañeros participaron en un acto público para recordarlos y exigir justicia.
Desde que se supo que el viernes pasado los tres jóvenes fueron privados de la libertad por un comando que irrumpió en su casa, en el barrio de San Andrés, diversos músicos amigos de José Alberto, quien tocaba el violonchelo, se organizaron para exigir que los tres regresaran con vida; el domingo, cunado fueron encontrados muertos en la carretera a Colotlán , todo dio un vuelco.
“Ahora se trata de exigir justicia y recordarlos a ellos, este es más bien un acto de memoria”, dijo quien fue pareja de José Alberto.
También lee
Alrededor de las 10 de la mañana un acordeón, violas, violonchelos, bajos y violines se escucharon en la plaza de Armas de Guadalajara , frente a la sede del gobierno de Jalisco ; simultáneamente un contingente se agrupaba en la glorieta de la Normal, frente al Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la UdeG, para emprender la marcha hasta donde la música resonaba como protesta.
“¡Van a volver, van a volver, las balas que disparaste van a volver, la sangre que derramaste la pagarás, el pueblo al que asesinaste no morirá!”: las consignas se iban acercando al lugar donde el Himno a la alegría ya le plantaba cara a las vallas metálicas y a los policías que resguardaban el edificio de gobierno; una manta negra rodeada de músicos dejaba claro el mensaje con las líneas de una de las canciones favoritas de José Alberto: “Antes de que nos olviden/ haremos historia/ no andaremos de rodillas/ ¡Queremos justicia!”…
En la plaza, los instrumentos guardaron un minuto de silencio por los hermanos, luego arribó el contingente voz en cuello, la música y el coro de exigencias resonaron juntas por un momento y a lo lejos, desde una banca repleta de sol, un hombre marcaba el tempo con las palmas; los puños de los manifestantes se elevaron y todos callaron para dejar que la música siguiera su curso.
También lee
El miedo, la rabia, la impotencia, la tristeza colgaban de las pancartas: “Hoy marcho porque ni en casa estamos seguros”; “justicia para los que ya no están, seguridad para los que quedamos”; mientras algunos se abrazaban otros intentaban no llorar.
Abraham Calva, quien dirigió el concierto, recordó a José Alberto como un joven con mucho talento musical, entregado a su instrumento, alguien a quien era fácil querer y cuyo cariño por los demás se notaba.
“Nosotros que somos sus amigos y compañeros nos sentimos muy tristes, su mamá que se quedó sola debe estar deshecha, necesitamos respuestas y las necesitamos ya (…) después de esto ¿quien no vive con miedo?”, señaló.
También lee
“Con música los recordamos y con música los lloraremos”, señaló otro de los músicos y otra vez despertaron las consignas que buscaban una respuesta que no llegó por parte de la autoridad.
La manifestación se diluía cuando un guitarrista que pasaba decidió entonar la coda: “Sólo le pido a dios/ que la guerra no me sea indiferente...”
vare/lsm