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Tijuana.— “Tengo miedo, se porta extraño”, le escribió Keila Nicole, de 13 años, a su amiga, momentos antes de ser asesinada con un golpe en la cabeza y que su cuerpo fuera esparcido en piezas en una zona agreste del poblado de El Rosario, en el sur de San Quintín, donde finalmente fue hallada durante un operativo de búsqueda y mientras un perro se llevaba una de sus extremidades.
El principal sospechoso de este crimen es Christian Iván, un adolescente de 16 años, amigo de Keila Nicole, con quien había salido después de clases, el último día que fue vista con vida, el 1 de julio pasado. La policía y agentes de la fiscalía lo arrestaron y pusieron a disposición del Ministerio Público.
Cuando entraron a la casa del también adolescente encontraron evidencia de la planeación del asesinato: dibujos coloreados de cuerpos descuartizados.
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Ante estos hechos, tres policías municipales de San Quintín también enfrentan sanciones administrativas y fueron separados de sus cargos, además de una investigación penal por los delitos que resulten por omisión, luego de que se negaran a iniciar la búsqueda de la menor al insistir a los familiares que debían esperar hasta 72 horas.
El último mensaje
La historia de Keila Nicole ocurrió en El Rosario, una comunidad donde viven menos de 2 mil habitantes. Un poblado enclavado en el sur de San Quintín, un municipio de Baja California creado en 2020 y que tiene su principal fuerza laboral concentrada en los jornaleros y en la pisca en los campos agrícolas.
En el epicentro de esa comunidad, Keila fue reportada como desaparecida el 1 de julio. La noticia, revelada en una región donde todas las familias se conocen, generó preocupación. La información que compartían entre amigas y conocidos era que la pequeña había salido con un amigo después de la escuela.
Más alarmante fue que horas antes la misma Keila Nicole había enviado un mensaje a una de sus amigas desde su celular, en el que mandaba una alerta: “Tengo miedo, se porta extraño, tiene un palo”, ese sería su último mensaje antes de ser asesinada y encontrada con su cuerpo hecho pedazos.
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Aún sin tener noticias, más que la advertencia de ese mensaje, la familia acudió a presentar un reporte por su desaparición, pero la policía local no hizo nada. Les dijo que debían esperar al menos 72 horas.
Enfurecidos y acompañados de vecinos decidieron iniciar su propia búsqueda. Entre la comunidad y colectivos de familiares con personas desaparecidas realizaron un operativo que rindió frutos la mañana del miércoles 2 de julio.
Ese día, entre cerros y caminos de terracería, decenas participaban en la búsqueda cuando uno de ellos observó a un perro que cargaba con algo. Al acercarse lograron verificar que se trataba de una pierna. Siguieron el rastro de la sangre. A unos metros hallaron otra extremidad.
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El resto del cuerpo fue localizado en las inmediaciones, desperdigado, como si se tratara de restos de basura arrojados sobre la tierra, sin ningún cuidado de esconderlo ni ocultarlo. La pierna que mordió el perro fue recuperada por un elemento de las Fuerzas Armadas que participaba en la búsqueda.
En conferencia de prensa, en Tijuana, la fiscal María Elena Andrade reveló que Cristian Iván, de 16 años, fue detenido como el principal sospechoso y quien, de acuerdo con sus primeras declaraciones, se “inspiró” en la serie de televisión Dexter, basada en un forense y asesino en serie.
Exigen justicia
El Colectivo de Búsqueda S.Q. hizo un llamado a la comunidad para seguir buscando los restos del cuerpo porque, hasta ayer, faltaban los brazos, mientras que el resto permanece en el Servicio Médico Forense.
“Este es el nombre y el rostro de una pequeña de 13 años que le fue arrebatada su vida de una manera tan repulsiva y monstruosa. Hoy más que nunca tenemos que unirnos como familia, como personas empaticas, solidarias y juntos EXIGIR JUSTICIA”, publicó el colectivo el jueves pasado en sus redes sociales.
“Se realizará una búsqueda para dar con los restos de su cuerpo, porque la queremos completa, exigimos poder tenerla de regreso para poder darle su descanso eterno como se lo merece”, agregó.
La fiscal María Elena Andrade reconoció que nunca había visto un caso con este nivel de brutalidad entre menores de edad.
Ayer, habitantes de El Rosario salieron a exigir a las autoridades del Poder Judicial y de la fiscalía una condena de cadena perpetua para el responsable del feminicidio de Keila Nicole, esto luego de revelarse que la sentencia máxima que podría alcanzar el joven, en caso de ser declarado culpable, es de cinco años en prisión, por ser menor de edad.