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Tuxtla Gutiérrez.— Autoridades municipales y rurales de 60 comunidades de Zinacantán acordaron el cierre definitivo de la Escuela Indígena Intercultural Bilingüe Jacinto Canek, ubicada en la cabecera de esa región tzotzil de Los Altos de Chiapas, informaron autoridades del gobierno.

Mediante marchas y protestas los alumnos habían exigido nueva directiva escolar, a la que acusaron de actos de corrupción, así como una plantilla de maestros, becas, mejoras a la infraestructura del plantel y un internado, por tratarse de jóvenes de diferentes municipios tzeltales, tzotziles, choles, tojolabales y zoques.

La decisión de cerrar el centro educativo fue tomada ayer durante una reunión, debido a las “conductas inapropiadas de los estudiantes”, indicaron desde el ayuntamiento tzotzil.

Las autoridades de Zinacantán dijeron que los normalistas se han dedicado a “vandalizar, robar, bloquear casetas y carreteras; saquear tiendas y comercios; no respetar a las autoridades municipales, educativas y de la Secretaría de Gobierno, y desprestigiar el nombre del municipio y pintar paredes”.

No es la primera. Ésta es la segunda vez que las autoridades locales cierran el plantel educativo, por actos violentos atribuidos a los alumnos. El inmueble fue reabierto en abril pasado, tras su inhabilitación en septiembre de 2018, cuando la comunidad y autoridades locales rechazaron a los normalistas que luego de una protesta retuvieron camiones particulares y los trasladaron al municipio.

En abril, ante el aparente cumplimiento de una de sus demandas —relativa a un cuerpo docente—, los alumnos asumieron el compromiso de no tomar edificios ni casetas o realizar protestas violentas, esto ante el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas y el secretario General de Gobierno, Ismael Brito.

Sin embargo, la semana pasada los normalistas ocuparon la caseta de cobro de Chiapa de Corzo a San Cristóbal y se enfrentaron a la policía estatal. Acusaron que no les habían sido enviados docentes.

Los manifestantes acudieron a la caseta con los rostros cubiertos y fijaron una cuota de 30 pesos para permitir el tránsito. Durante el operativo se registraron golpes entre agentes antimotines y estudiantes, quienes huyeron ante el despliegue de los uniformados.

En un documento las autoridades de Zinacantán expresaron que se “solicitó a la autoridad educativa y a la Secretaría General de Gobierno que comunique a los alumnos y al consejo estudiantil que, de manera pacífica y sin represión, abandonen de voluntariamente las instalaciones de la normal”.

Además, pidieron que el gobierno estatal construya una universidad en la zona, “con gente nueva que sepa respetar y convivir con los usos y costumbres”. La asamblea de agentes y representantes de las 60 localidades de Zinacantán manifestó “su decisión de cambar a otro tipo de escuela”.

Para hoy, los estudiantes prevén realizar una marcha protesta en Tuxtla Gutiérrez para reclamar la apertura de la normal.

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