TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- En Chiapas existe un cambio en la seguridad, se respira un poco más de tranquilidad, pero falta acudir a la raíz del problema, afirmó el obispo auxiliar de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Luis Manuel López Alfaro.

Destacó que hasta hace un tiempo se negaba la realidad y decían que no ocurría nada, que todo estaba bien, "por más que hablábamos no se hacía caso"; ahora el tema de la seguridad es prioridad gubernamental, "vieron que se salió totalmente de control”.

Actualmente, enfatizó el líder católico, se observa que "hay un cambio en el tema de seguridad en Chiapas, y se respira un poquito más de tranquilidad, se percibe también que ha faltado ir a la raíz”

Con el despliegue del plan y las acciones de seguridad en Chiapas, sin embargo, consideró el obispo auxiliar, una preocupación que se percibe es que el grupo Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, "los Pakales", tiene su método de trabajo y ha detenido a gente "que no la debe y existe un temor sobre qué límites tienen" en el campo de sus atribuciones y facultades como policías.

El entrevistado estableció que es positiva la búsqueda de la paz, pero está presente  el riesgo de que haya víctimas inocentes, "lo cual es una injusticia fuerte en Chiapas, ya que hay mucha gente en la cárcel que no tiene por qué estar ahí”.

Se valora , dijo el hecho de reconocer la realidad en el rubro de seguridad , aunque con la estrategia se requiere  cuidado para que "no acabe siendo opresión para gente de bien”.

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López Alfaro indicó que en Frontera Comalapa y Chicomuselo, donde grupos de la delincuencia se han disputado el control territorial , al parecer " ya hay más movilidad por lo pronto".

Pero, refirió, de una región a otra a los lugareños se les dificulta caminar. "Públicamente se dice que ya no hay retenes, pero saben que los grupos siguen ahí”.

Enfatizó que es cierto que ya no hay retenes de grupos  delincuenciales  en las regiones, en cambio los grupos  criminales "siguen ahí metidos" y las comunidades padecen tristeza y dolor .

El obispo auxiliar, comentó, que “el foco rojo" se encuentra en Chicomuselo, Frontera Comalapa y Pantelhó, porque son sitios en los que el futuro aún es desconcertante. Si bien no se sabe de amenazas, sí hay inseguridad” para la población.

Para Oxchuc, donde el sábado asumieron  sus cargos  los integrantes del recién conformado ayuntamiento, se espera que haya un cambio permanente.

Fue buen signo , puntualizó el religioso, que las elecciones transcurrieron en  paz,  porque en el proceso anterior se detonó la violencia y siguieron los  conflictos políticos y sociales.


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