Nuevo Laredo.— Los más de 60 orificios de impactos de bala entre la puerta, la pared de un cuarto y el refrigerador de la casa de Sara Luna, de 60 años, son parte de una escena que quiere olvidar.
Afuera de ahí, el pasado 26 de febrero elementos del Ejército dispararon contra una camioneta pick up, dejando como saldo cinco civiles muertos, un lesionado y un ileso en la colonia Manuel Cavazos Lerma.
La mujer, quien padece diabetes, hipertensión e insuficiencia renal, relata que el ruido que escuchó fue de cuando las balas golpeaban las puertas y paredes de su casa, y su propiedad estaba rodeada de soldados.
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Sara soñaba que había disparos afuera de su casa, pero lo atribuyó a que un día antes había visto una película de terror.
Despertó y el sonido se seguía escuchando. “Pensé que estaba soñando porque me había dormido a la una de la mañana y me despertó ese sonido espantoso, se escuchaba que estaban pegando las balas, alcanzaron hasta el refrigerador, me imagino que eran los golpeteos que escuchaba según mi sueño.
“Entonces se calmó y se empezaron a escuchar gritos como que correteaban a alguien. Mi esposo entró corriendo a mi cuarto y me dijo ‘no te asomes’; entonces me di cuenta de que no estaba soñando”.
La mujer relata que las balas alcanzaron el cuarto de su esposo y él se salvó de milagro porque se arrojó abajo de la cama.
Sentada en la mesa del comedor, refiere que su marido le platicó que se había impactado una troca y fue cuando intentaron abrir la puerta. “Cuando mi esposo abre la puerta veo un cuerpo tirado, vimos la troca y un soldado nos dijo que no podíamos salir ni asomarnos”, recuerda Sara y explica que por el susto tiene que hacer uso de insulina y se le subió la presión.
“Teníamos una televisión que quedó toda rota, un vidrio quedó roto y se estrelló. ¿Quién no va a tener miedo?, tengo pánico, no me siento segura desde ese día”, afirma Sarita, como le dicen.
“Tenía miedo, porque aparte de mi esposo, al fondo [atrás] de la casa viven mis bisnietos, uno de dos años y otro de tres meses. Había escuchado mucho ruido atrás y un balazo; tenía miedo, pero no podía salir”, cuenta.
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