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La noticia de que los tres estudiantes de cine desaparecidos el 19 de marzo en Tonalá fueron asesinados y disueltos en ácido , según los indicios recabados por la Fiscalía de Jalisco, no sólo dejó indignación en diferentes zonas del país, también dejó al descubierto la participación de un grupo delictivo que a nivel nacional pareciera desconocido: el Cártel Nueva Plaza .
Sin embargo, para los jalisciences este grupo delictivo se conoce y, sobre todo, se padece desde hace aproximadamente un año.
Para Francisco Jiménez Reynoso , académico de la división de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara ( UdeG ), pareciera que ambos grupos delictivos hacen “competencias para ver quién es más violento o más feroz”.
“Fue hasta hace poco tiempo hasta que hay una escisión, una ruptura (en el Cártel Jalisco), que hay dos personajes que se dice se están disputando ya el estado, uno de ellos es 'El Mencho' y el otro es 'El Cholo' . Tuvieron diferencias en las actividades que llevaban a cabo en el estado y hubo un punto de quiebre”, explicó.
El llamado Cártel Nueva Plaza es considerado la primera escisión del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) .
De acuerdo con mandos federales , el grupo delincuencial tiene su centro de operaciones en la ciudad de Zapopan y aún no termina de consolidar su presencia en el estado de Jalisco , donde está en disputa con el líder máximo del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho” .
Las fuentes consultadas aseguran que sus integrantes están disgregados de Puerto Vallarta a la zona metropolitana de Guadalajara , corredor donde han ganado terreno y se ha detectado que reclutan adeptos.
El líder de la organización criminal es Enrique Sánchez Martínez, “El Cholo” , quien hasta el año pasado era uno de los operadores más cercanos de “El Mencho” . Sin embargo rompieron, luego que Sánchez Martínez ordenara la ejecución de un sujeto apodado “El Colombiano”, considerado el principal operador financiero del Cártel de Jalisco Nueva Generación .
Desde entonces, “El Cholo” declaró la guerra a su ex jefe y ahora se disputan el control de las actividades ilícitas en los municipios de Tonalá, Guadalajara, San Pedro Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga, donde también se han detectado células del Cártel Nueva Plaza.
En entrevista con EL UNIVERSAL , Francisco Jiménez Reynoso, especialista en Derecho Constitucional, detalló que la población de la zona conurbada de Jalisco ha sido testigo de las “prácticas feroces” utilizadas por ambos cárteles en su disputa por el territorio, una situación que no se había visto antes en la entidad.
“Una lucha feroz se está dando entre estos grupos como nunca antes la habíamos registrada en nuestra entidad. Tanto en volumen de homicidios, como en los modus operandi que se están llevando a cabo”, dijo.
El especialista coincidió en que la ruptura dentro del Cártel Jalisco se dio luego de que en un momento dado, “El Cholo” desafió a “El Mencho” y comenzó una disputa por el poder territorial entre estos dos cárteles.
“El Cholo”, detenido
Según las autoridades consultadas, “El Cholo” fue detenido el 4 de enero de 2015 en un punto de revisión del operativo Salvando Vidas, debido a que conducía en estado de ebriedad, le fue hallada cocaína por lo que fue puesto a disposición de un juez por delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo y días después salió libre bajo fianza. Dio un nombre falso a las autoridades.
Tras confirmarse su verdadera identidad, la Fiscalía General de Jalisco lo detuvo por el delito de homicidio calificado y los integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación están atentos ante su eventual salida por cumplimiento de condena.
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la zona Occidente, donde opera el Cártel de Jalisco Nueva Generación, es la que mayor número de homicidios dolosos registra de enero a marzo al contabilizar 2 mil víctimas.
Falta coordinación para enfrentarlos
Para el académico Francisco Jiménez Reynoso el tema se está saliendo de las manos de las autoridades estatales, y destacó que falta más coordinación entre autoridades federales, estatales y municipales para hacer frente a esta disputa entre cárteles.
En los últimos diez años, dijo, la población de la entidad ha tenido que cambiar sus conductas cotidianas ante los altos índices de violencia, como no salir a ciertas horas y no acercarse a ciertas zonas. Incluso, dijo, “ha bajado el perfil en cuanto a vestimenta” de algunos ciudadanos para no exponerse a asaltos.
Jiménez Reynosa consideró que aunque ya hace 10 años que la población de la entidad debe convivir con la creciente inseguridad, desde que este grupo criminal tiene presencia en el estado hay más temor de lo que pasa en las calles.
