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Juchitán. – Una nueva caravana migrante integrada por unas 800 personas, venezolanas en su mayoría, ingresó al territorio oaxaqueño el pasado jueves 2 de mayo y sorpresivamente arribó ayer a la ciudad de Matías Romero, en el Istmo de Tehuantepec.
Las familias migrantes se refugiaron en el campo deportivo Emiliano Zapata, que se localiza en la entrada sur de Matías Romero, donde unos colocaron casas de campaña y otros cartones para descansar en su ruta hacia la frontera norte de México.
De acuerdo con las versiones de algunos migrantes, ellos desean que las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) les facilite un permiso o visa humanitaria para abordar los autobuses, sin que sean detenidos y deportados.
La llegada de esta enésima caravana de migrantes, donde igual que en las anteriores viajan niños y mujeres embarazadas, tomó por sorpresa a las autoridades migratorias y de la Guardia Nacional que estaban concentradas en el Viacrucis del Migrante que camina hacia Miahuatlán, en la Sierra Sur.
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Se espera que, para mañana miércoles, los migrantes de esta nueva caravana continúen con su recorrido sobre la carretera Transístmica hacia el poblado veracruzano Medias Aguas, donde confluyen los trenes que van al centro del país.
Por otro lado, el Viacrucis del Migrante que salió de Tapachula, Chiapas, el pasado domingo 24 de marzo, cruzó la planicie del Istmo de Tehuantepec y enfiló sobre la Costa, ahora caminan sobre la carretera 175 desde San José del Pacífico a Miahuatlán de Porfirio Díaz.
El propósito de los 500 migrantes que aún caminan con el Viacrucis, el resto se separó y buscó alternativas de viajes en autobuses o aceptó gestionar su estancia legal a través de un sistema DIF, es el de llegar a la capital oaxaqueña.
Mientras tanto, en las carreteras del Istmo de Tehuantepec, en medio de riesgos de atropellamientos, siguen caminando centenas de migrantes desde el poblado Los Corazones de San Pedro Tapanatepec. Para ellos, pasando el Ismo, la meta es la capital de Oaxaca.
afcl/LL