Arriaga.— Este domingo integrantes de la caravana migrante, que hace dos semanas partió de Tapachula, Chiapas, con destino a la Ciudad de México, fueron ingresando a territorio oaxaqueño, donde los esperaba personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y de Protección al Migrante Beta Sur, para “invitarlos” a regularizar su situación migratoria en el estado de Puebla, ofrecimiento que fue ignorado.
Con esta propuesta, personal del INM cambió su táctica de detener a los migrantes rezagados en el avance de la caravana, al ofrecerles tarjetas humanitarias para que puedan permanecer en Morelos, Oaxaca, Campeche, Hidalgo, Guerrero, y Querétaro, con el compromiso de no regresarlos a Tapachula. No obstante, los migrantes se mantuvieron firmes en atravesar el país para tratar de entrar a Estados Unidos.
A la comunidad Los Corazones, que pertenece al municipio de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, los migrantes —provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvado, Nicaragua, Cuba, Haití, Venezuela, Colombia, Ecuador y Togo— arribaron cansados, con los rostros quemados, lastimados de los pies, enfermos y deshidratados. La noche del domingo pernoctaron en este lugar, y hoy seguirán su recorrido hacia la cabecera municipal de Chahuites, en tierra oaxaqueña.
No permitirán su entrada
Precisamente en Chahuites, así como San Pedro Tapanatepec, Santo Domingo Zanatepec y Santiago Niltepec, las autoridades municipales adelantaron que no facilitarán el ingreso del contingente, ante el temor de contagios por Covid-19 y por la posibilidad de actos de violencia.
El coordinador de Protección Civil en el Istmo de Tehuantepec, Jesús González, confirmó que los alcaldes de esos municipios, ubicados en la ruta de la caravana, sobre la carretera Panamericana, le informaron vía telefónica que, por acuerdo de sus respectivos cabildos, adoptaron la determinación de impedir el ingreso de migrantes en sus jurisdicciones.
El grupo está integrado por 3 mil 500 extranjeros en situación irregular, la mitad son menores de siete años.
El sábado pasado, la caravana salió de Arriaga, Chiapas, con el fin de ir hacia Tuxtla Gutiérrez y pedir raid en camiones, para luego tomar la ruta del Golfo, pero las autoridades cerraron el tráfico vehicular, lo que obligó de última hora al contingente a avanzar al estado de Oaxaca.
Pese a la incertidumbre de la dirección de la caravana para este lunes, el sacerdote y activista Alejandro Solalinde Guerra, dijo que el albergue que fundó en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, aunque lleno, recibirá a los migrantes: “Les daremos alimentos y un espacio para que descansen”.
Por su parte, Irineo Mujica, coordinador de Pueblos Unidos Migrantes, negó que en la caravana se hayan presentado casos de coronavirus. “Sí estamos enfermos, pero de la opresión que ejerce el gobierno federal al convertir nuestro paso en un infierno con el hostigamiento de la Guardia Nacional y del INM”, dijo.